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Editorial Viernes 3 de Mayo de 2013

Canastas mágicas

Las canastas alimentaria y total que miden la indigencia y la pobreza siguen con valores que se estrellan contra la realidad, fijados en 725 y 1.655 pesos, respectivamente.

Redacción

Por Redacción

Los números de las canastas continúan dando que hablar, y aún frente al impacto negativo que producen en la comunidad, acrecentando además la falta de credibilidad que tiene el gobierno, no se intenta el más mínimo cambio. Por el contrario, se profundiza la cuestión surgida a través de la manipulación de las estadísticas que se viene realizando desde comienzos de 2007 en el INDEC, cuando por directas instrucciones del ya fallecido Néstor Kirchner, el funcionario Guillermo Moreno asumió una tácita intervención del organismo, desalojando al personal técnico que venía desempeñando funciones desde siempre y lo cubrió con su propia gente, desarticulando casi todas las áreas para obtener resultados a medida. Es decir, con un manejo irreal de la inflación, lo cual permitió estas canastas mágicas que miden la pobreza y la indigencia, mediante las cuales las cifras fueron reduciéndose fuertemente, claro que eso sólo aconteció en la ficción.

Tantas veces se ha dicho que en realidad no se aporta nada nuevo, pero cada vez que el INDEC vuelve a insistir con sus estadísticas manipuladas, recrudecen las críticas. Poco días atrás se conocieron los datos oficiales actualizados, de acuerdo con los cuales la canasta básica total que mide la pobreza -alcanzando a un matrimonio y dos hijos en edad escolar- fue de 1.655,4 pesos para el mes de abril, con un aumento del 12,2% desde abril de 2012, en tanto que la canasta básica alimentaria que se usa para medir la indigencia se ubicó para igual núcleo familiar en 725,9 pesos, con una suba interanual de 8,6%.

Con cifras tan bajas, que indudablemente se estrellan fuertemente contra la realidad, es entonces que la pobreza y la indigencia están realmente en valores mínimos, al punto que según estas estadísticas la Argentina tiene menos pobres que Suiza. Un verdadero ridículo, imposible de ser sostenido.

Estas cifras se obtuvieron merced a la medición de 0,7% de la inflación de abril, con lo cual el primer cuatrimestre del año lleva acumulada un alza de 3,1% y del 10,5% en los últimos doce meses. Por supuesto que difieren de manera muy desproporcionada con todas las demás mediciones que se realizan, sean de los pocos organismos provinciales que siguen midiendo la inflación ya que los de provincias alineadas con el gobierno nacional para evitar enfrentamientos dejaron de hacerlo, como así también por las consultoras privadas que lo hacen sumando sus valores y llegando a un promedio que se denomina "índice Congreso", que en este último mes fue de 1,52%  -más del doble que el del INDEC-, debiéndose remarcar un detalle de importancia, ya que justo la semana pasada la Justicia se pronunció en contra de las multas de 500.000 pesos que le habían sido aplicadas a las consultoras privadas por parte de Guillermo Moreno desde la Secretaría de Comercio, por el sólo hecho de difundir datos sobre la inflación. Con lo cual, demás está decirlo, queda en evidencia la inconsistencia legal de muchas de estas normativas que se fueron instrumentando estos años en torno al INDEC.

Lo que sí es cierto, y más allá de otra clase de especulaciones, es que continuando con estos números de las canastas, se mantiene firme aquello de que una persona puede subsistir con 6 pesos diarios para afrontar sus gastos alimentarios, lo cual ya en su momento recibió una repulsa generalizada, a punto que desde el propio INDEC se formularon algunas salvedades para aliviar la situación, aunque ahora -y además transcurridos varios meses- se vuelve a insistir con lo mismo. De todas maneras, desde sectores afines al gobierno como la propia CTA oficialista se sostiene que se necesitan 11,25 pesos para la compra de alimentos básicos, mientras que la Universidad Católica Argentina en cambio fija esa cifra en 12 pesos. En cuanto a la canasta de la pobreza, que oficialmente es de 1.655 pesos, según la CTA asciende a 2.997 y para la UCA es de 3.022 pesos.

De acuerdo con ese punto de partida es entonces que difieren notablemente las estadísticas de pobreza e indigencia, ya que según los cálculos privados cuadruplican o incluso quintuplican las cifras oficiales, esas mismas que se muestran al mundo como una situación poco menos que brillante cuando la realidad es totalmente diferente.

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