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Editorial Viernes 24 de Mayo de 2013

Canasta de pasivos

La conocida como canasta de los jubilados, para mayores de 65 años, estima 4.298 pesos mensuales, cuando el haber mínimo es de 2.165.

Redacción

Por Redacción

Recientemente nos referimos en esta sección a las canastas mágicas que corresponden a la medición de pobreza e indigencia, algo que no concluye allí, sino que también existe una tercera: la correspondiente a los mayores de 65 años. Es decir, la canasta de los jubilados, la cual de acuerdo con los cálculos de la Defensoría de la Tercera Edad de la ciudad de Buenos Aires, requiere de 4.289,39 pesos.

Esta cifra es nada menos que el doble del haber que cobran más de 4 millones de jubilados, ya que el 75% de los pasivos percibe el haber mínimo de 2.165 pesos, con lo cual están absolutamente alejados de poder afrontar los gastos mínimos que son necesarios para subsistir.

Hace un año, tomando como referencia el mismo ente responsable de esta medición, la canasta tenía un valor de 3.519,42 pesos con lo cual en un año registró un aumento del 22,1%, bastante menos que la inflación real pero muy por encima del 10,8% de inflación anual que estima el INDEC. Digamos además, que en los últimos 4 años esta canasta de los pasivos tuvo una suba del 109,4 por ciento.

Sin embargo, si muy seria es la situación de los jubilados, aún mayor lo es la de los pensionados, pues hay 1.300.000 personas que reciben este haber que es sólo el 70% del haber mínimo, con lo cual tenemos en consecuencia que esta cantidad de gente apenas cubre el 35% de la canasta básica.

Cuando se da el caso de dos jubilados que conforman un matrimonio -bastante común- pudiendo unir sus ingresos, tampoco llegan a cubrir la canasta, pues en este caso la misma llega a los 5.000 pesos, mientras que dos haberes mínimos suman 4.330 pesos.

Desde la Defensoría se dejó aclarado que la canasta fue elaborada sobre la base de no prestar ninguna conformidad para discutir la vejez como sinónimo de pobreza, pero además, sin desconocer el peso y la gravedad de los números, sosteniéndose que "la vulnerabilidad, el sufrimiento, la desigualdad y la muerte no puede hacerse costumbre. No se puede naturalizar el drama simplemente por ser habitual, repetirse año tras año".

La canasta del jubilado contiene los elementos imprescindibles de una persona de la tercera edad, valuados a precios por debajo de la media de los comercios, surgiendo de tal manera que el pasivo necesita gastar en alimentos 1.508 pesos por mes (50 por día) y 310 en vestimenta, en tanto que los gastos de vivienda, que incluyen alquiler o expensas, tasas, gas, luz y teléfono, son de 1.452 pesos, mientras que en salud la estimación de 3 medicamentos diarios requiere de 1.473 pesos, no incluyendo gastos de tratamientos complicados, suponiendo además que cuenta con obra social y no requiere de ayuda de personal. El gasto de transporte es de 198 pesos, los artículos de limpieza insumen 463 y para recreación -una vez por mes al cine, una comida en una pizzería y la cuota del centro de jubilados- insumen 157 pesos.

Recordemos que en la actualidad una persona con 30 años de aportes previsionales se jubila con un equivalente a la mitad del sueldo promedio actualizado de los últimos 10 años de trabajo activo.

Esta situación que afrontan los jubilados en su mayoría, pues entre los que cobran el mínimo y los pensionados ascienden a 5,3 millones, por un lado es por no poder acceder al 82% móvil de sus haberes -vetado por la presidente Cristina Fernández, aun cuando había tenido aprobación legislativa, arguyéndose que no alcanzarían los recursos de la ANSES-, pero además, y esencialmente, por los efectos devastadores de la inflación, que corroe en mayor medida a quienes tienen la única alternativa de ingresos fijos. Es decir, que además de perjudicar a los pasivos en general, también afecta directamente a los trabajadores de bajos ingresos, que quedan desprotegidos frente al efecto inflacionario.

Queda visto que los incrementos de haberes jubilatorios de marzo y septiembre, que son ajustados de acuerdo a las posibilidades que ofrezca la recaudación tributaria, no sólo son insuficientes sino que a medida se avanza en el tiempo va dejando al descubierto el efecto negativo que provocan en los haberes, de modo especial los más bajos. Es que si la canasta del pasivo es de 4.298 pesos, con el mínimo de 2.165 está apenas en la mitad, es decir, para poder sobrevivir medio mes.

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