Por Redacción
Días atrás este Diario difundió una nota respecto al notable interés despertado por 23 avisos de búsqueda de personal por parte de la Municipalidad de nuestra ciudad, los que tuvieron como respuesta nada menos que 1.124 interesados en cubrir dichas solicitudes. Este solo dato da cuenta de elementos para el análisis, en primer lugar de la necesidad laboral que cuenta Rafaela, pero además, lo atractivo que resultan para la gente los empleos públicos.
Respecto a la necesidad laboral que tiene la gente, para nadie puede pasar desapercibido, encontrándose mayormente afectada la franja etaria más joven, la cual encuentra las mayores dificultades para obtener un empleo, que bien puede ser el primero. En cuanto a la atracción por el empleo público, en efecto, esa es la tendencia que se vino implementando durante la "década ganada", donde la generación de empleo provenía casi exclusivamente desde el área pública, registrando la mayor intensidad en tal sentido durante los últimos 4 años de la presidencia de Cristina Kirchner, cuando el empleo del sector privado prácticamente estuvo desaparecido. Pero claro, un trabajo en el sector estatal, significa estabilidad -la que puede obtenerse con el correr del tiempo ya que estos ingresos son por contratación-, generalmente menos horas de la jornada laboral y asegurarse todas las ventajas que otorga el contar con un empleo registrado. En tal sentido debe recordarse que en el país, en todos los sectores, el trabajo en negro está cerca del 40% de toda la masa laboral, con una serie de desventajas y además, menor remuneración salarial.
Si retrocedemos algo más en el tiempo, esta tendencia sobre el interés por lograr ingresar al municipio se acentúa todavía más, pues desde que en febrero de 2013 se implementó la Ordenanza que obliga a realizar convocatorias abiertas para evaluar a los candidatos con sistema de puntuación y entrevistas, se produjeron en total 142 búsquedas para las cuales hubo un total de 6.514 aspirantes. Una cantidad realmente impresionante que, insistimos, pone de relieve el desmesurado interés que hay por acceder a un empleo en el sector público.
El máximo de interesados ocurrió en 2014 cuando se convocó a cubrir puestos en la Guardia Urbana Rafaela, inscribiéndose 300 personas -marca que sigue siendo el récord-, en tanto que para recolección de residuos hubo 239 aspirantes, para realizar tareas de mantenimiento urbano 206, para cargos administrativos generales 181 anotados, y para desempeñarse en cargos administrativos contables 123 inscriptos.
Este metodología de convocatorias abiertas fue implementada como consecuencia de la aprobación de la Ordenanza 4547, la cual puso límites a la incorporación de familiares de funcionarios y concejales, dejando entonces librada esta posibilidad de contratación para quienes ingresen como contratados. Se debe dejar en claro que constituye el sistema una especie de acuerdo administrativo para la contratación de personal transitorio cuya relación laboral tiene carácter eventual frente a las necesidades de la Municipalidad para cumplimentar trabajos temporarios que no son posibles de afrontar con el personal de planta permanente.
Se trata sin dudas de un mecanismo que determina distintas valoraciones de todos quienes se fueron inscribiendo, quienes quedan registrados en la base de datos, las que se mantienen activadas durante dos años, todo lo cual constituye un importante avance en materia de transparencia en la selección de personal. Una metodología que, aún con las ventajas puntualizadas, se trata de ir mejorando en forma permanente para hacerlo más ágil, y por lo tanto de mayor utilidad.
Ahora, el proceso se inicia con una Junta Evaluadora, integrada por representantes del área de Recursos Humanos del municipio y de las áreas técnicas donde deben cubrirse las vacantes, debiéndose evaluar los antecedentes de los inscriptos, otorgándose puntaje por sus antecedentes laborales y también por el nivel educativo, quedando desechados quienes no cumplen tales requisitos, continuándose después con las entrevistas personales, todo lo cual extiende demasiado el proceso para establecer un orden de mérito y definir finalmente las incorporaciones. Justamente esto es lo que está tratando de agilizarse, manteniéndose el sistema de selección descripto.
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