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Editorial Martes 3 de Abril de 2018

Buenas noticias

La semana anterior hubo una serie de novedades positivas, aunque habrá que aguardar se conviertan en tendencia.

REDACCION

Por REDACCION

Por cierto que las buenas noticias, para ser verdaderamente tales y con contenido, deben venir acompañadas por la realidad, y justamente allí es donde algunas de ellas no alcanzan la efectividad y repercusión que tal vez tienen. Es que hoy, con un escenario político, social y económico tan complicado, todo parece ser del color con el cristal con el que mira cada uno. En los últimos días hubo algunos datos realmente trascendentes, que es probable que no alcancen con el derrame a los sectores más postergados, siendo probable que para eso falte más tiempo, pues como suelen sostenerlo las voces oficialistas, no se pueden pretender soluciones de la noche a la mañana, y lo que hoy falta es tiempo, y seguramente mucha paciencia.

Veamos entonces algunas noticias positivas, que alientan la perspectiva futura, siempre y cuando se afiancen como tendencias. En primer lugar, el mismo presidente Macri anunció la baja de la pobreza al 25,7% según la medición realizada por el INDEC en el segundo semestre de 2017, datos que si bien recibieron un contundente rechazo de la oposición y con especial énfasis del kirchnerismo -pues de lo contrario sería admitir su propia pésima gestión-, contaron con el aval de las mediciones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, el cual siempre -tanto antes como ahora- gozó de credibilidad indiscutida. Tal como lo sostenemos al comienzo, para que esta novedad sea realmente efectiva, y más que eso consolidad, habrá que aguardar los datos de este primer semestre de 2018 -que el gobierno pretende se amplíe a todo el año, pues sostiene que en el segundo se afianzará el crecimiento y bajará la inflación-, ya que esta clase de mediciones, habida cuenta de las oscilaciones que muestra el comportamiento de nuestra economía, requieren de ese lapso mínimo para afianzarse.

Tenemos también que en el mes de enero pasado la actividad económica experimentó un crecimiento de 4,1%, acumulando por lo tanto 11 meses consecutivos de mejoras. Ese dato es de perspectiva interanual, mientras que con relación a diciembre la suba fue de 0,6%, siendo también datos oficiales proporcionados por el INDEC. De todos modos, aún cuando se está en alza, las perspectiva para el año no son las mejores y es muy probable que no se llegue al 3,5% de expansión del PBI expuesto por el gobierno, debido a la aparición de factores muy sensibles como la sequía que está afectando a la producción agropecuaria, que a esta altura ya tiene estimado un retroceso de 17 millones de toneladas de la cosecha de soja y maíz, con pérdidas que podrían acercarse a los 4.000 millones de dólares. Además, otra razón trascendente que atenta contra el objetivo de crecimiento es la inflación que no puede ponerse bajo control. 

 Otro índice que siempre es tenido en cuenta como termómetro de la economía es el desempeño de la industria automotriz y la comercialización de unidades, ya que en este primer trimestre de 2018 se patentaron 270.000 automotores cero kilómetro, convirtiéndose en un registro récord, que supera la mejor marca conseguida en 2012, cuando se llegó a 253.444 unidades. 

En febrero la industria creció 5,3% mientras que en la medición interanual -de febrero a febrero- la expansión asciende a 3,9%, pero el sector realmente imparable y que tracciona muy fuerte es la construcción que en ese mismo mes de febrero tuvo una suba de 16,6% interanual, acumulando en este primer trimestre 17,9% medida con el anterior de 2017, siempre ateniéndonos a datos oficiales del INDEC. 

Hasta aquí, las buenas noticias. Por cierto, como decimos al comienzo de la nota, también las hay regulares y malas, las cuales se encarga de puntualizar la oposición, aunque muchas de ellas sin respaldo estadístico y valiéndose solamente por impresiones que suelen sostenerse en la realidad cotidiana. Y muchas veces razones no faltan, ya que el casi un tercio de habitantes en la pobreza y los que perciben los salarios más bajos, no perciben esta evolución favorable de los indicadores comentados. Es que hoy una familia necesita un mínimo de 17.537,88 pesos para no caer en la pobreza y en esa fina línea con muchos los que se encuentran.

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