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Editorial Martes 27 de Agosto de 2013

Balanza en caída

La actividad comercial argentina sigue en retroceso, habiendo caído en julio el 40% en la comparación interanual.

REDACCION

Por REDACCION

La balanza comercial, clave en cuanto al abastecimiento de divisas, continúa en la pendiente, habiéndose desplomado en el pasado mes de julio nada menos que un 40% en comparación con igual mes de 2012, alcanzando un monto de 770 millones de dólares. De tal manera, en los primeros 7 meses del año el resultado positivo ascendió a 5.725 millones de la divisa estadounidense, la cual es un 28% menor a los 7.929 millones de 2012 en igual período. Datos oficiales suministrados por el INDEC, dando cuenta de tal manera de una situación que se viene advirtiendo desde comienzos de año, comprometiendo el estado de las finanzas, al punto de estimarse que las reservas del Banco Central -con reducidos ingresos y asistiendo para el pago de vencimientos de deuda- pueden llegar a situarse en torno a los 35.000 millones de dólares.

En el mes analizado las exportaciones sumaron 7.828 millones, con una expansión positiva del 2%, explicado por partes iguales por el volumen y los precios. En tanto las importaciones, a pesar de las restricciones, ascendieron a 7.058 millones, incrementándose 11%, en las cuales 10 puntos fueron explicados por los mayores volúmenes y sólo el punto restante por mayores precios.

De tal manera, continuando con esta exposición estadística de una balanza que es clave para la marcha económica y financiera del Estado, digamos que en esos primeros siete meses se vendió al exterior por 48.749 millones, superando por 5 puntos la comparación con 2012 y explicándose por un alza de precios del 3% y de los volúmenes del 2%. En igual sentido, las importaciones totalizaron en ese lapso 43.025 millones, con una suba de 11 puntos. 

Puede advertirse, de acuerdo con estas cifras, que los aumentos de las compran en el exterior, a pesar de las trabas, suben con mayor velocidad que las ventas, lo cual tiende un manto de dudas sobre lo que puede llegar a producirse en poco tiempo más si no logra revertirse esta situación, más aún que esta es la única balanza que conserva superávit, ya que la fiscal si bien logra equilibrarse merced a los recursos obtenidos de las cajas de la ANSES, el PAMI, el Banco Central y el Banco Nación, y también a ciertos subterfugios contables, viene teniendo déficit operativo desde hace varios meses.

La conformación de las exportaciones está sustentada en un 34% del total por las manufacturas de origen agropecuario, ubicándose muy cerca con el 32% las manufacturas industriales, en tanto que los productos primarios explican un 28%, y los combustibles y energía el 6% restante.

Uno de los datos salientes es la fuerte caída que tuvo el rubro referido a combustibles y energía, que fue del 20% con relación a la comparación interanual, debiéndose recordar que nuestro país tal como ahora ha debido incrementar vertiginosamente las importaciones de estos elementos, simultáneamente siempre realizó ventas al exterior, aunque ahora se han reducido a una mínima expresión mientras se agigantaron las compras, que este año de acuerdo con las estimaciones efectuadas en tal sentido ascenderán a 13.000 millones de dólares. Justamente, lo relacionado con combustibles y energía es el talón de Aquiles de nuestra balanza comercial, ya que la falta de inversiones y las erráticas políticas llevadas adelante en la última década -aunque, debe admitirse que el problema venía de arrastre anterior, aunque sin la magnitud actual-, fueron desembocando en este presente, donde la compra de energía, gas y combustibles se lleva más de la mitad de los ingresos que proporcionan las retenciones sobre la producción del campo. Una relación que ha venido aumentando en forma constante y que no parece encontrar punto de detención.

Volviendo a las exportaciones, el rubro que registró la mejor performance fue el relacionado a los productos primarios con un incremento de 15 puntos, habiendo sido en cambio muy opaco el comportamiento de las exportaciones industriales.

Como no podía ser de otra manera, en las importaciones la mayor explicación correspondió a lubricantes y combustibles, bienes intermedios y bienes de capital.

Se recuerda que en 2012 el superávit comercial fue de 11.419 millones, y que para este año según van las cosas y por el comportamiento hasta julio, se estima que no irá más allá de 8.400 millones de dólares.

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