Baja en alimentos

El sector alimentario, uno de los más importantes de nuestro país, durante 2012 también resultó afectado por la crisis económica concluyendo el período con 0,7% de merma en su producción con relación a 2011, lo cual hizo que las exportaciones se redujeran 14,3%, de acuerdo con datos divulgados por la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales.

A medida que fue avanzando el año pasado, los índices fueron acentuándose, al punto que en diciembre que cerró el balance, el retroceso fue de 8,7%, mucho más amplio que el promedio general de 0,7% del ejercicio. Se deja constancia que la tendencia descendente en gran medida obedeció a la reducción que experimentaron principalmente la molienda de cereales y oleaginosas, como así también la elaboración de productos lácteos, azúcar y productos de confitería.

En cuanto a las exportaciones de alimentos, en 2012 alcanzaron un monto de 17.801 millones de dólares, lo cual constituyó una merma de 6,9% respecto al año previo, es decir, a tono con el comportamiento que en lineamientos generales tuvieron la producción y la economía en todo su conjunto. Si se toma el volumen de lo vendido al exterior, entonces tenemos que la caída fue del ya referido 14,3%, siendo despachadas 31,7 millones de toneladas, pudiéndose agregar que los precios registraron un avance de 8,6%, ubicándose todo lo exportado en un promedio de 561 dólares por tonelada.

Se consigna además que desde enero a diciembre del año anterior el 59,4% de las exportaciones fueron subproductos oleaginosos, 30,5 aceites. 7,1 lácteos, 2,1 harinas, y 0,8% azúcar. En cuanto a los principales destinos de las ventas argentinas, la lista fue encabezada por Indonesia con 7,5% en valor y 9,2% en volumen, ubicándose después la India con 5,8  y 2,9, mientras que en tercer lugar quedó China con 5,6 y 2,6, quedando el cuarto puesto para Irán con 4,8 y 4,1 y la quinta posición para Brasil con 4,4 y 3,7 en valor y volumen respectivamente. Fueron entonces esos cinco países los principales receptores de los alimentos producidos en nuestro país durante 2012.

La participación del sector alimentario en las exportaciones alcanzó a explicar el 22,7% del total, levemente por debajo del 22,8% que se había registrado en 2011. 

Alta presión fiscal

De acuerdo con un informe difundido por la Comisión Económica para América y el Caribe (CEPAL) y la Organización Europea para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), quienes lo elaboraron en forma conjunta, la Argentina tiene actualmente la presión fiscal más alta de la región, equivalente al 33,5%, siendo la misma medida en función de la recaudación tributaria respecto al PBI.

El trabajo presentado en París por la OCDE compara la presión fiscal entre las naciones desarrolladas bajo su jurisdicción y los países emergentes de Latinoamérica registrados por la CEPAL. En este último caso por ejemplo, relevados 15 nacionales, aparece al tope la Argentina con 33,5 y en el otro extremo Venezuela con 11,4%.

La mayoría de los países incrementaron la presión tributaria, aunque los que se ubicaron al tope fueron la Argentina y Colombia con 15,3%, en tanto que la mayoría osciló las subas entre 3 y 7 puntos, con excepción de Chile y México que lo hicieron a razón de 2 puntos. La excepción fue Venezuela, que redujo sus impuestos 4,3%.

Relacionado al tema impositivo en nuestro país, algunos analistas del tema sostienen que si consideramos el nivel de evasión que existe, entonces la presión real es al menos del 50%, y además que el actual tope no sería exagerado si los servicios que se prestan tuvieran la misma correspondencia, ya que son deficientes y se pagan como de excelencia, debiéndose recordar que en el costo deben incluirse los subsidios estatales, que de todos modos y aunque por otra vía, igualmente es dinero que sale de los bolsillos de los contribuyentes.

Otro aspecto por mencionar, en cuanto al sistema tributario vigente en nuestro país, es que el mismo aún alcanzando una alta presión sobre los contribuyentes -como decimos, el más elevado de la región- sigue siendo muy injusto ya que es indirecto, aplicándose por igual tanto a los sectores más pudientes como a los que menos posee, entre los que se puede citar el IVA. Cuando en realidad el mayor ingreso debería provenir del impuesto a las Ganancias. Sin dejar de referir que el sector financiero se mantiene al margen del pago de impuestos.