Por Redacción
América Latina es una de las pocas regiones del mundo en las que la producción agrícola todavía puede ampliarse generosamente, ya que concentra el 42% del potencial de la expansión de tierras de cultivo, de acuerdo lo sostiene un trabajo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura. Como se trata de una región cuyo sostén mayor es la producción y exportación de alimentos -una demanda creciente en el mundo entero-, teniendo por lo tanto un rol muy importante tanto ahora como en el futuro, es que se la alienta para incrementar la producción agrícola y de tal modo garantizar la seguridad alimentaria.
Se destaca que si bien durante muchas décadas la agricultura sufrió un importante abandono en la región latinoamericana, merced a la evolución experimentada en los últimos años -con el acompañamiento de precios muy favorables en comparación con otras épocas-, se estima muy posible que el sector llegue a posiciones de vanguardia y se afiance en las mismas, para responder a los desafíos económicos, alimentarios y ambientales.
Una de las situaciones a superar, es que si bien en los últimos años se produjo una clara superación de la productividad agropecuaria, la misma estuvo estrechamente relacionada con los derivados del petróleo, y además, existió también demasiada concentración en algunos pocos cultivos, casos muy precisos de la soja y el maíz, confiándose en una mayor diversificación.
Se apunta además, para tener un crecimiento mayor y sustentable en el tiempo, que en Latinoamérica se deberá recurrir a una mayor inversión en tecnología e innovación, ya que no se lo está haciendo en la proporción necesaria, especialmente apuntando a crecer mucho más vertiginosamente en un corto tiempo, para estar de esa manera acorde a la demanda mundial de alimentos. Brasil y Uruguay se mencionan como excepciones dentro de este concepto, en los cuales se hicieron importantes inversiones en ese sentido. Es la manera mediante la cual se podrá incrementar la producción, preservar la tierra y utilizar menor cantidad de agua, buscando también la preservación del medio ambiente.
Digamos finalmente, que el Instituto Interamericano promueve también ir en la búsqueda de una agricultura que se adapte a las nuevas condiciones existentes que derivan del cambio climático, para lo cual es poco menos que indispensable la ciencia y tecnología.
Cayeron las ventas
La desaceleración de la economía, aunque cueste admitirlo desde el Gobierno, tiene algunas señales más que evidentes, siendo la más clara y precisa de ellas el retroceso de 6,6% que tuvieron los comercios minoristas en el pasado mes de mayo. Si bien todos los rubros estuvieron en descenso, el más importante de todos ellos fue el inmobiliario, con un 21,4% como consecuencia del impacto de los controles cambiarios más estrictos, que inmovilizaron las operaciones en dólares en gran medida, las que resultan las más frecuentes en el sector.
Según lo difundido por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) el mercado muestra claros números de menor consumo, ya que por parte de los compradores hay mucha mayor cautela, algo menos de interés, búsqueda de ofertas y promociones, en tanto que desde la oferta también existen algunos de esos síntomas, en especial en la restricción de promociones, por la alternativa de no poder luego acceder a la reposición.
La compra con tarjetas sigue siendo muy importante, aunque con achicamiento de plazos de las cuotas, pues en general la gente está evitando el endeudamiento, teniendo una fuerte repercusión en los niveles de ventas, especialmente minoristas. Es así que se va formando un extraño círculo, en el cual la incertidumbre prevalece como principal motivo para reducir compras.
En lo que va del año, es decir los primeros cinco meses, la baja en las ventas minoristas estuvo en un total de 0,9% frente a igual período que en 2011, una cifra insignificante, ya que en los meses anteriores a mayo hubo subas, contrariamente a lo sucedido en el quinto mes del año.
Además de los 21,4 puntos del sector inmobiliario, otras bajas muy importantes de mayo fueron 9,3 en bazares y regalos, 8,9 en calzados, 8,7 en ferreterías y 8,5 en calzados.
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