Rafael Nadal le dio un cierre a su inmortal carrera como tenista el pasado 19 de noviembre, cuando quedó decretada la eliminación de España de la Copa Davis a manos de Bélgica. Poco más de un mes después, el genial jugador reflexionó acerca de su nueva vida sin la raqueta en la mano, aquella con la que escribió páginas de oro en la historia de este deporte.
El mallorquín se encuentra en Jeddah, por las Next Gen ATP Finals y brindó una entrevista con medios árabes en la que reconoció que atraviesa un proceso de adaptación a su flamante faceta fuera de las canchas, aunque sabe bien que no será lejos de la disciplina de la que se convirtió en rey.
Por ello, no está cerrada la puerta para un futuro comoentrenador: "Nunca digas nunca. Hoy es demasiado pronto para pensar en este tipo de cosas. Simplemente necesito organizar mi vida. Ahora mismo no me veo en ningún proyecto de este tipo, pero no sé cómo va a ser mi vida en uno, dos o tres años".
Reveló que cuando decidió cerrar su carrera "mi padre me preguntó qué quería hacer tras el tenis, si quería relajarme y disfrutar de la vida o seguir trabajando y hacer cosas. Mi respuesta fue que no puedo parar, que no entiendo mi vida sin objetivos".
Si bien reconoció que "quiero disfrutar de la familia, de los amigos y es verdad que he trabajado mucho desde que era un crío, entiendo que es importante tener motivaciones, objetivos y es por eso que estoy preparado para mi futuro".
Como embajador de la Federación de Tenis de Arabia Saudita, se mostró feliz de "promocionar el tenis en una región en la que está creciendo; tenemos que difundir el tenis por todo el mundo. Y Arabia es una región que se ha abierto al mundo en los últimos años, así que mi objetivo y mi motivación es acercar el tenis a las nuevas generaciones".