Por REDACCION
Holandés, de 58 años, Bram -disminutivo de Abraham- Schot ha trabajado 33 años de su carrera profesional en Mercedes hasta que en 2011 se incorporó al Grupo Volkswagen dentro del área de ventas, dirigiendo la división de vehículos comerciales. Finalmente, en 2017 fue designado vicepresidente de marketing y ventas del grupo Audi y ahora está al frente de la marca.
Pero no es su mejor momento porque se ve superada por sus dos grandes rivales, Mercedes y BMW. Sólo en España y en Italia Audi consigue estar por delante. Pero dice que "hay cosas más importantes en la vida que ser número uno. Además no busco volumen sino calidad. Mi objetivo es ser número uno en satisfacción del cliente".
AUTOS PEQUEÑOS
En este contexto puede sorprender que Audi entrara en el segmento de los coches más pequeños con el modelo A1 y que permanezca en el mismo. Admite que "siempre se ha dicho que con coches pequeños no se gana dinero y es verdad, pero también lo es que con ellos se accede a un público joven. Pero si es cierto que cuando eres una marca premium los coches grandes tienen que financiar a sus hermanos menores. Aunque sí, necesitamos al A1, pese a que no vendamos un gran volumen. Según nuestros datos, un 50% de los usuarios de A1 permanece en la marca. Si se compara con las gamas grandes, en las que es del 70%, se puede considerar baja. Pero en otras marcas, en estos segmentos más pequeños, la fidelidad es inferior al 40%. Yo lo veo por mis hijos que están entre los 20 y los 25 años y cambian de preferencias cada día. Es normal, inicialmente sus posibilidades son limitadas. Después, progresan y buscan productos que se adecuen más a su nuevo estatus".
EL FUTURO DE LA MARCA
Las preocupaciones de Schot en su puesto actual están ligadas al futuro de la marca que ahora dirige. Por orden, dice que son: "En primer lugar, la electrificación. Convertir a Audi en un fabricante verde. En segundo lugar, conseguir el coche autónomo. Es una tecnología que debería ofrecerse como equipamiento estándar, pero que no sabemos cuánta gente la va a querer. ¿Un 5%, un 10%, un 15%? Va a necesitar de miles de millones de inversión y la tenemos que desarrollar y armonizar con la demanda".
Bram Schot se alinea con aquellos dirigentes del automóvil que no ven inminente la llegada del coche eléctrico. "Estoy seguro de que llegará, pero está todavía muy lejano. Y no lo digo sólo yo, lo decía recientemente en una entrevista John Krafcik, el CEO de Waymo, que invierte decenas de miles de millones de dólares en el desarrollo del coche autónomo. Con coches con un nivel 3 de conducción [manos en el volante y ojos en la carretera] se puede conectar este dispositivo de ayuda a la conducción, pero no se puede aplicar en el tráfico urbano en donde hay demasiadas circunstancias imprevisibles. Pueden existir, en ciertas circunstancias robotaxis, pero los niveles más altos de conducción autónoma se retrasarán".
Siguiendo con los puntos en que va a basar su gestión al frente de Audi, dice que "en tercer lugar, la economía compartida. La nueva movilidad va a ser más cara. No hay más ver las inversiones necesarias para que los nuevos motores diésel puedan pasar las nuevas normas sobre emisiones. O los coches electrificados, que también van a ser más caros. ¿Cuál va a ser la alternativa? ¿Coches pequeños? ¿Marcas más baratas? Es posible que la respuesta pase por una movilidad compartida. Y finalmente, la digitalización, que hay que contar con ella. Éstos son los cuatro pilares en que debe reposar la actividad de la empresa. Pero si queremos analizar lo que viene siendo el negocio tradicional de la compañía, me preocupa China, que supone una parte importante de nuestra facturación y nuestros beneficios. Es un mercado actualmente a la baja, pero volverá a recuperarse. China siempre ha vuelto a subir después de haber bajado. Y tenemos que ser optimistas porque si nos empeñamos en que las cosas van mal, acabarán yendo mal".
INVERSIONES
El presidente de Audi añade una preocupación más: "Tenemos que ser más cuidadosos con las inversiones que hagamos y con los productos que vendemos en cada mercado. No puede ser que hagamos el 80% de nuestro negocio con el 20% de gama. Hemos reducido la complejidad de la misma en un 27%".
Pero lo que le más le preocupa es hacer la correcta elección de la tecnología de futuro para Audi. Han optado por el coche 100% eléctrico aunque añade que "no es la única opción que contemplamos. Trabajamos también en la pila de hidrógeno. Estamos siguiendo lo que hacen los coreanos de Hyundai y Kia, que ya están entregando coches de este tipo. No es una tecnología fácil pero existe y es asequible. Creo que la industria no ha hecho todavía el esfuerzo necesario para su desarrollo". (Fuente: El Mundo Motor)
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