Por REDACCION
Encontrarse con un SUV eléctrico de 2.400 kilos sobre la plana superficie deslizante de un salar cercano al desierto del Namib, a priori te hace pensar que debes extremar las precauciones a la hora de conducir.
Si ese modelo es un Audi, ya sabes que va a ser difícil que no lo pases bien y además estés seguro. Y si ese modelo es el nuevo Audi e-tron, aunque de momento como prototipo, porque están terminando de realizar las comprobaciones más exhaustivas de todos sus sistemas, ahora ya podemos asegurar que va a estar a la altura de cualquiera de sus "hermanos" de la familia y que va a superar a muchos modelos de la competencia. Y no sólo eléctricos, sino también del resto del catálogo.
Para empezar, aclarar que el e-tron se sitúa por tamaño entre los Q5 y Q7 y que su atractiva y equilibrada apariencia exterior tiene un elegante toque futurista que se traslada con sutileza al interior. Por supuesto, sus terminaciones, materiales y ajustes están al nivel de la marca, aunque existen detalles modernos y exclusivos, como por ejemplo la posibilidad de contar con doble enchufe de recarga a cada lado del coche.
OPCIONES
También hay otros no sólo debidos a su sistema de propulsión, como la opción de que los retrovisores exteriores sean digitales, es decir que cuentan con unas cámaras, que envían unas nítidas imágenes a dos pantallas situadas en la base del pilar A, justo donde éste se encuentra con la cintura de las puertas.
Pero estábamos en la enorme y reseca llanura de superficie mineral cubierta por el polvo y la fina arena ferrosa de la zona. Este es el firme más parecido a la conducción sobre nieve blanda y hielo que se puede encontrar, es decir, uno de las superficies más deslizantes posibles.
Sobre ella nos esperaba un circuito de casi dos kilómetros marcado con conos y cuatro diferentes zonas: primero unas rectas rápidas a las que le seguían una zona de slalom de curvas que moría en otra revirada de 'handling' para terminar con la de 'drift' o conducción lateral. Sobre ella nos dedicamos a probar en tandas diurnas y nocturnas para comprobar hasta dónde llegaban su dinámica y nuestras 'manos'.
SIETE MODOS
DE CONDUCCION
Este modelo cuenta con los clásicos modos de conducción manejados desde los botones del Audi Drive Select, los ya conocidos Efficiency, Comfort, Auto, y Dynamic, a los que se suma el Individual en el que podemos configurar los ajustes a nuestro gusto.
Además de ellos, el sistema permite seleccionar entre dos modos más, Allroad y Offroad, que mejoran las características de tracción para enfrentarse a terrenos rotos y complicados. Y para finalizar, el ESC, su ya conocido control de tracción que añade un modo ON, otro Sport para incrementar el deslizamiento, un OFF en el que queda prácticamente desconectado al 100% y otro Offroad que mejora sus cualidades todoterreno.
La primera vuelta la hicimos en el modo automático con el ESC en posición ON o "normal". En un primer tanteo, comprobamos cómo el coche se sujeta perfectamente incluso en esta superficie deslizante. En unas circunstancias de dificultad muy superior a las que nos podemos encontrar en una conducción usual, el control que demostraba el coche era prácticamente absoluto, sin sensación de que en ningún momento fuese a quedar nada al azar más allá de nuestra intención. En la segunda, el ESC ya lo situamos en el modo Sport, con un incremento muy significativo en sus posibilidades de deslizamiento. Su comportamiento paso a ser mucho más divertido, como liberado de trabas, y deslizando pero de una forma controlada acorde con su elevada potencia.
Ya las siguientes vueltas se hicieron en el mismo modo Auto pero con el ESC desconectado. Aquí ya la necesidad de ser un buen piloto para sacarle todo el partido comenzaba a despuntar. La salida de las curvas era mucho más rápida y era necesario un elevado control del volante para que el coche no se descompusiera demasiado, aunque realmente el coche no permitía realizar nada finalmente peligroso para sus pasajeros. Por último, el modo Dynamic con el ESC en OFF significó la plenitud del descontrol. Aquí el coche lo permitía casi todo, pero nunca termina de dejarte avanzar hacia una situación de riesgo de la que el conductor no pueda retornar. La lástima, que en algún momento tuvimos que parar.
Las pruebas de aceleración y frenada (también de su magnífico sistema de regeneración de energía en tres pasos) y off road terminaron de demostrarnos que con 400 km de autonomía en el nuevo y más realista ciclo de cálculo WLTP y sus posibilidades de recarga, el e-tron está capacitado para enfrentarse sin miedo en el apartado dinámico, no sólo a su posible competencia eléctrica, sino también a cualquier otro coche del mercado. (Fuente: El Mundo Motor).
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