Por REDACCION
Las historias que narran el origen de esta típica medida santafesina son variadas. Algunas tienen como principal actor al fundador de la Cervecería Schneider: Otto Schneider. Otras están relacionadas con el ritual de servido de cerveza y con el aluvión inmigratorio de posguerra y el consiguiente crecimiento de consumidores de cerveza.
Más allá de la verdad sobre su origen, ésta forma única de servir cerveza de barril se caracteriza por la popularidad en la ciudad de Santa Fe y por requerir cierto grado de especialización.
El placer de un liso bien tirado es apreciado tanto por los ojos como por el paladar. La espuma justa, la temperatura apropiada y una típica picada convierten el simple acto de tomar cerveza en un placer digno de los más exigentes paladares.
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