Hace un mes se proyectaba un potencial de producción de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 M de ha. Ahora, la estimación tambalea porque en septiembre no ha habido lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas.
La historia reciente muestra que en 2021, la campaña que terminó con un récord de producción de 23 millones de toneladas, tuvo una primera quincena de septiembre que perfilaba con un muy buen escenario para el cultivo. A nivel nacional, la situación actual es peor que la del año pasado y está muy lejos del escenario hídrico del 2021, el año del récord triguero.
"Con 2 millones de hectáreas en condiciones regulares a malas, sobre un área sembrada total de 6,7 M ha, es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección que por ahora está en 20,5 Mt", indicó Cristian Russo, director de la GEA.
SEQUÍA EN EL OESTE Y EN EL CENTRO
El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava en el norte y oeste del país. Los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados. De las 2 millones de ha bajo condiciones regulares a malas, se estima que la distribución está entre 480.000 ha de Santa Fe, 400.000 ha de Córdoba y 230.000 ha de Buenos Aires.
En el sur de Santa Fe, el trigo experimenta una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua. El norte y este de la provincia de Buenos Aires siguen en carrera para buenos a muy buenos rindes. En el bastión triguero, el sudeste bonaerense, las amplias zonas productivas de Tandil y Tres Arroyos, hay posibilidades de alcanzar rindes muy buenos a excelentes. Para las zonas afectadas por la sequía y que aún están a tiempo de revertir la situación, el comportamiento de las lluvias de los próximos 30 días será determinante para evitar que las pérdidas se incrementen.