

Las lluvias registradas en 2024 dejaron un sabor agridulce. El comienzo fue alentador, pero después durante el otoño y el invierno hubo un "bache" muy notorio, que se cortó con buenas precipitaciones en el "sprint final" del año. Desde la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Rafaela compartieron los números finales que muestran un volumen muy cercano a la media histórica.
En efecto, durante todo 2024 se alcanzó un registro de 918,7 mm, valor muy similar a la media histórica que se ubica en los 952 mm.
"Hubo ciertos momentos a destacar dentro de lo que fue el año donde predominó la escasez de precipitaciones", contó la Ing. Agr. Lucía Rosetti a La Opinión. "Si bien se pudo observar que las precipitaciones fueron mayores durante los meses estivales, este año fue bastante particular porque no sólo las precipitaciones fueron escasas durante el invierno, sino que también tuvimos falta de precipitaciones al inicio de la primavera, momento clave no sólo para los cultivos de invierno, sino también para el inicio de campaña de los cultivos estivales", explicó.
Cabe remarcar que los registros pluviométricos desde mayo hasta octubre alcanzaron un valor de 79 milímetros, encontrándose muy por debajo de la media, algo que afectó principalmente a los cultivos invernales.
"Si vamos al inicio de la campaña, desde mayo, junio y julio, momento donde se siembra el trigo, los registros totales acumulados fueron de 13,2 milímetros; son registros muy bajos, y muy inferiores a la media. "La campaña pasada tuvimos una foto bastante parecida, donde durante los meses invernales tuvimos un acumulado desde junio a agosto de 15,9 milímetros; la diferencia estuvo prácticamente en que hubo un mayo bastante llovedor, con un acumulado de casi 121 milímetros", detalló.
COMPARACIONES
Este año, los registros para el mes de mayo fueron sólo de 10,4 milímetros, de acuerdo a lo informado por Rosetti, por lo que además de afectar lo que fue la siembra de los cultivos invernales, también afectó que no hubo precipitaciones durante esos meses, o las precipitaciones fueron bastante bajas durante los meses de septiembre-octubre (mayormente septiembre), que es el momento en donde ocurre el período crítico de lo que es el cultivo de trigo.
Por otra parte, la falta de las precipitaciones durante los meses de septiembre-octubre provocó un retraso en la siembra de lo que son los cultivos de verano, sobre todo lo que fue el maíz temprano.
"Si queremos hacer una comparación similar de la escasez de precipitaciones, podemos ver que en el año 2008 las precipitaciones durante el invierno también fueron similares y muy por debajo de la media a lo que fue la campaña pasada", indicó. Pero, también resaltó: "finalmente el balance mejoró durante los meses de noviembre y diciembre, donde noviembre registró alrededor de casi 250 milímetros, valor muy por encima de la media, lo que provocó la reactivación de lo que es la campaña 2024/25. En diciembre, si bien las lluvias fueron un poco inferiores a la media, llegaron a los 107 milímetros", señaló.
Para finalizar, se refirió a la "foto actual", con un enero con precipitaciones escasísimas, que no llegaron a los 5mm. "Estamos esperando, con los dedos cruzados, los pronósticos que aseguran una lluvia para el fin de semana".