Por Redacción
Por Javier Alfonso, (Redacción LA OPINION). - El 10 de septiembre de 2012, en presencia de una asamblea de socios, el Club de Abuelos de Calle Palmieri fue notificado de su clausura judicial, a partir del fallo emanado del Juzgado en lo Civil y Comercial a cargo de la Dra. María José Alvarez Tremea. El motivo de la medida fue la denuncia de una vecina sobre violaciones a la Ordenanza Nº 4141 sobre ruidos molestos. Mediciones en decibeles daban sustento legal a la demanda caratulada como "Lencioni, Célide Graciela y Andereggen, Sergio Roberto c/ Municipalidad de Rafaela". La demanda se basó también en la Ley 10.000 de Intereses difusos.
Así se suspendió la habilitación del Club para realizar bailes por un término de 45 días –los plazos se estiraron ampliamente hasta el día de hoy-, hasta que se cumplan los pasos dispuestos en la sentencia para mitigar aquello que la Justicia entiende son ruidos molestos.
Para levantar la inhabilitación judicial, el Club debía someterse a diferentes inspecciones sonoras: mediciones «en abstracto» (con el salón vacío) de menos de 90 decibeles; mediciones en el domicilio de los denunciantes: en distintas habitaciones con las ventanas abiertas, y en el patio. Dichas medidas debían llevarse a cabo con la presencia de la Jueza y tres peritos de parte, que realizaran los estudios "de acuerdo a normas IRAM", se especificó. "Una vez que se compruebe que el ruido no es molesto –explicó el fiscal municipal Galoppo aquel día- se le da nuevamente la habilitación. Será un proceso hasta que las mediciones se estabilicen”, explicó.
EL PRESIDENTE
Dialogamos ayer con el flamante presidente reelecto del Club, Reinaldo Balzarini (61), para conocer la situación actual del proceso. “La inhabilitación empezó a correr desde el 27 de noviembre hasta el día de hoy. Hoy (por ayer) hablé con Fernando Muriel (secretario de Gobierno municipal) y me dijo que están esperando el detalle de las obras que tenemos que hacer, que será en pocos días más”, precisó.
Balzarini comentó también que “pienso que las obras no serán muchas ya que en el único lugar de la casa (de los vecinos) que las mediciones dieron positivo fue en su living, que está pegado a la pared del Club”, señaló; comentando que estas últimas se realizaron en marzo. “Me da bronca que ya pasaron seis meses y todavía no podemos bailar”, añadió.
Balzarini destacó también que “afortunadamente el Club no tiene gastos de ningún tipo, y un convenio del inmobiliario lo estamos pagando con dinero ahorrado de las fiestas. También la Municipalidad se mostró predispuesta a ayudarnos económicamente con un subsidio de 9 mil pesos”, dijo. Así, se mostró: “optimista de que en el corto plazo podamos volver a funcionar”, auguró.
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