Por REDACCION
Por Ismael Bermúdez (*). - En los últimos tres años, las jubilaciones y pensiones mínimas tuvieron una pérdida del 14,8% y las más altas un retroceso del 21,8%. Las pérdidas comprenden a casi seis millones de beneficiarios de este tipo de haberes, así como 1,6 millones de pensiones no contributivas y otros 170.000 de beneficios de adulto mayor.
La evolución este tipo de haberes para los próximos meses dependerá por un lado de la inflación, pero también de la decisión del Poder Ejecutivo y también del Congreso. Las opciones para los últimos meses del año son aplicar un nuevo aumento por decreto o que para diciembre ya esté en vigencia una nueva ley de movilidad, cuyo tratamiento empezó a ser debatido en las comisiones del Congreso.
RECORRIDO
La pérdida que tuvieron las jubilaciones y pensiones comprende a casi 6 millones de beneficiarios y 1,6 pensiones no contributivas y 170.000 beneficios PUAM ( Pensión Adulto Mayor), y tuvo el siguiente recorrido:
* Con relación a septiembre de 2017, en el último trimestre de ese año, la inflación fue del 6,1% y no hubo aumento de jubilaciones.
* En 2018, ya con la nueva fórmula, la suba de los precios ascendió al 47,6%, y los haberes aumentaron el 28,5%: un retroceso de 19,1 puntos.
* En 2019, de punta a punta, los haberes aumentaron el 51,1% frente a una inflación del 53,8%. Una pérdida de 2,7 puntos.
* En lo que va de 2020, por el aumento diferenciado de comienzos de año, hasta septiembre el haber mínimo aumentó 28,9% y el haber máximo 18,5%. Esos diferentes porcentajes se deben a que en marzo el aumento fue un 2,3% más una suma fija de $ 1.500 – achatando los haberes.
* La inflación en 9 meses, estimando un 2,6% en septiembre, rondaría el 22%. Así, hubo una mejora de 6,9 puntos para los de menores haberes y una pérdida adicional de 3,5 puntos para las jubilaciones más altas.
En tanto, si se consideran los tres aumentos recibidos por los jubilados y pensionados este año con relación a los que hubiese correspondido con la fórmula suspendida, “incluso los haberes más bajos reciben una quita la cual se acrecienta respecto de los jubilados que realizaron un mayor esfuerzo contributivo en su vida laboral”, de acuerdo al reclamo propiciado por la Defensoría de la Tercera Edad ante la Corte Suprema.
LOS BONOS
EXTRAORDINARIOS
Estos cálculos no consideran los bonos extraordinarios que recibieron los haberes más bajos ya que los que ya se otorgaron – por un total de $ 13.000 – no se incorporaron a los haberes regulares y, en consecuencia, sus efectos se diluyen en el tiempo. Y si se los considera, ayudaron a reponer tan solo una pequeña parte de la enorme pérdida de ingresos que tuvieron a lo largo de los dos años anteriores, y no modifican el cuadro de haberes actual.
Hacia delante, dependerá de si en diciembre habrá otro aumento por decreto o ya estaría en vigencia una nueva ley de movilidad.
También dependerá de lo que resuelva la Corte Suprema tanto por los reclamos hechos contra el ajuste de Mauricio Macri con el cambio de la fórmula de movilidad (fallo favorable de la Cámara de la Seguridad Social y del Procurador de la Corte en la causa Miguel Fernández Pastor) como por la demanda colectiva auspiciada por la Defensoría de la Tercera Edad y reclamos individuales contra la suspensión retroactiva de la movilidad con la ley de Emergencia aprobada a fines de 2019. (*) Periodista especializado en iEco-Clarín.
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