Por Redacción
A partir de las restricciones sobre la compra de dólares, los pensionados que cobran sus haberes obtenidos en el exterior deben percibir su dinero en pesos. De esta forma, ya no pueden llevarse del banco la moneda extranjera, tal como podían hacerlo hasta el mes pasado, informaron en los últimos días Infobae y Clarín, entre otros medios nacionales.
"Lo que está pasando implica en la práctica la pérdida de una parte de los ingresos, dada la brecha entre la cotización oficial y la paralela de las divisas", afirmó Eugenio Semino, titular de Defensoría de la Tercera Edad, dependiente de la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires.
La pesificación se realiza al tipo de cambio oficial en los bancos que realizan los pagos, que en estos casos no tienen intervención de la ANSeS. En tanto, desde el Banco Central, afirmaron que no hay una normativa con respecto a este tema, sino que se aplican la reglas que rigen al mercado cambiario. Según Semino, la mayor cantidad de prestaciones, provienen de Italia.
Aclaró que se trata de los casos en que el beneficio se originó en su totalidad en el país que paga, ya sea por un trabajo y residencia temporarios o un actividad y estadía permanente. Es decir, no se incluyen las jubilaciones otorgadas por convenios del sistema previsional argentino con otros países. En esos casos, las paga la ANSeS y en pesos, si se cobra en el país.
A LA JUSTICIA
El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, dijo que irá a la Justicia contra la pesificación de las jubilaciones y pensiones extranjeras, que afecta aproximadamente a unos 80 mil jubilados.
Dijo también que esta medida tomada por el Banco Central tiene “un alto grado de ilegalidad”.
Tras la determinación del Gobierno Nacional de pesificar las jubilaciones y pensiones que reciben los jubilados argentinos desde sus países de origen -en su mayoría España e Italia-, el Ombudsman de la Tercera Edad aseguró que los organismos estatales se niegan a dar más información sobre esta situación.
Según el funcionario, los afectados son alrededor de ochenta mil personas. Y auguró que el tema "terminará en la Justicia", porque "se produce un desfasaje bastante significativo" entre el cambio oficial y el precio al que luego se consigue cambiar.
El defensor de la Tercera Edad reveló además que se ven afectadas por la medida las personas de la clase pasiva que viven fuera del país, ya que a partir de esta medida sólo pueden cobrar sus jubilaciones en pesos. "Es como una doble condena: se tuvieron que exiliar con los hijos y hoy se ve con una merma o con la dificultad de seguirlo cobrando", indicó.
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