Por REDACCION
Con unos 350 comensales, y gente que quedó sin conseguir entrada -se calcula unos 60-, luego de dos años en que fuera suspendida su habilitación por ruidos molestos, finalmente la medida judicial fue levantada, y los abuelos de calle Palmieri pudieron dar rienda suelta a su alegría y ganas de festejar, en una velada sumamente emotiva. Eso sí, observando las disposiciones del fallo judicial en cuanto a los niveles de sonido permitidos.
En la ocasión tocaron “Los Príncipes” de María Juana y ya desde las 19:30 había abuelos esperando para entrar al salón.
Participaron de la celebración, el intendente Luis Castellano; el secretario de Gobierno y Ciudadanía, Fernando Muriel; el coordinador de Vecinales, Sebastián Ballina; y el senador departamental Alcides Calvo. Como anfitriones, el presidente del Club de Abuelos, Carlos Rossa; el vice, Aldo Forni; y el asesor letrado del Club, Hugo Alfonso.
En la ocasión el Intendente entregó un aporte al presidente del Club, Carlos Rossa, de $ 10.400, que ayudó para alivianar los gastos en que tuvo que incurrir la institución a fin de poner sus instalaciones sonoras acordes a las exigencias de las nuevas disposiciones, incluyendo equipamiento especial para medir los decibeles.
Mariano Allassia, de la Municipalidad, fue el encargado de controlar los decibeles, que nunca superaron los 85 y todo se desarrolló con la normalidad esperada.
Los dirigentes del Club desearon agradecer de manera especial a todos quienes colaboraron para que esto fuera posible. A Hugo Mautino por la decoración desinteresada del salón; a la Municipalidad por su aporte, al Diario por su interés en el tema, y a los pacientes socios que supieron esperar este momento a lo largo de los dos últimos años.
En diálogo, el lunes último con este medio, el presidente Carlos Rossa destacó que: “Siento una gran satisfacción -dijo- porque hemos logrado habilitar el salón para los socios y no socios; y los invitamos para los próximos encuentros”.
Por su parte el vicepresidente Aldo Forni, consideró que, “cuando empezó nuestra gestión en el Club hace 8 meses -el 13 de febrero- teníamos 170 socios y hoy tenemos 420. Se hizo un trabajo arduo y estamos muy contentos con los resultados. Pedimos disculpas a quienes no pudieron entrar, pero los esperamos para los próximos encuentros”.
Finalizó: “Esperamos no haber molestado a la vecina, y ante cualquier inconveniente, estamos dispuestos al diálogo y a solucionarlo”, concluyó el veterano directivo.
Las obras presentadas fueron cenefas y paneles de poliester, y casi 800 metros de tela ignífuga cubriendo paredes y techo, lo que mejoró notablemente la acústica del lugar. Además el Club adquirió un aparato de última tecnología llamado equipo limitador de sonido, que permite constantemente medir los decibeles en distintas partes del salón para no superar el nivel permitido.
La oportunidad fue propicia para que Castellano saludara a los abuelos presentes, y conversara con directivos y asociados del club acerca de proyecciones a futuro de la entidad.
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