Por REDACCION
El pasado sábado 16 de mayo, en un multitudinario marco, el Club de Abuelos de Calle Palmieri festejó su 35º Aniversario con una cena-baile cuyos asistentes no dudaron en calificar de "espectacular".
Es que el salón presentaba un lleno total, e incluso quedaron casi 100 tarjetas no vendidas por los límites en la capacidad del mismo.
Dos orquestas de primera línea animaron la sesión bailable, mientras que el menú de la cena fue extremadamente bien preparado para el deleite de la concurrencia.
La próxima cena-baile se llevará a cabo el sábado 30 de mayo con la animación de "Darío y su ritmo".
En comunicación con este Diario, Héctor Moscardo, secretario de prensa de la Institución de la tercera edad, destacó que, "queremos por este medio dar un agradecimiento enorme a la firma Agricultores Federados Argentinos por la donación de una importante cantidad de aceite comestible que será utilizado en las cenas que se organicen", destacó el dirigente de los Abuelos, ya finalizado el encuentro, que quedará en el recuerdo de muchos.
Es que es de público conocimiento, el duro trance que vivió la Institución a causa de una clausura por ruidos molestos requerida por un vecino, que tuvo trámite judicial que se extendió por 2 años exactos y que mantuvo paralizado el salón social del Club.
Así se mantuvieron las cosas, sonidistas y obras en el medio para mitigar el volumen que salía fuera del salón, hasta que el sábado 29 de noviembre de 2014, el intendente Luis Castellano participó de la reapertura del Club de los Abuelos. El mandatario concurrió acompañado por el secretario de Gobierno y Ciudadanía, Fernando Muriel; el coordinador del área de Vecinales, Sebastián Ballina; y el senador departamental Alcides Calvo.
Con el acompañamiento de la Municipalidad, el club llevó adelante las obras necesarias para superar la clausura, y luego de las mediciones de rigor, pudo reanudarse la actividad.
La reapertura a la cual concurrió el Intendente, marcó, el reinicio de esta nueva etapa, en la que se presentaron los adelantos: cenefas y paneles de poliester y casi 800 metros de tela ignífuga cubriendo paredes y techo, lo que mejora notablemente la acústica en el lugar y reduce el eco, además de mejoras en la vereda del frente.
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