Por REDACCION
En esta celebración del 25 de mayo conviene recordar que la Patria es, a la vez, tradición y proyecto. Lo expresaba monseñor Eduardo Miras el 25 de mayo de 1996, desde su condición de arzobispo de Rosario:
"La Patria se nutre de sus tradiciones enraizadas en la creencia cristiana recibida de España. Los próceres nunca prescindieron de Dios. La Argentina nació confesando su fe. En la proclama del 26 de mayo de 1810 encontramos el compromiso de conservar la santa religión junto a la observancia de las leyes y la búsqueda de la común prosperidad. La posterior emancipación política también se fundamentó en la verdad del evangelio de Jesucristo. Negarlo es negar la historia. La firme adhesión a la fe, que afianza y promueve la dignidad del hombre como hijo de Dios, fundamentó la convicción de la igualdad de los derechos de todos los habitantes. Ningún otro argumento hubiera tenido la solidez suficiente para sostener un concepto de identidad que superara la pura pertenencia a la misma especie. Sin reconocer ese valor fundamental no sería posible un planteo ético común que haga de la Nación una verdadera mansión social.
Los rasgos esenciales de nuestra nacionalidad surgen, entonces, de la afirmación constante del humanismo cristiano que supieron vivir y sostener nuestros próceres en cada una de las grandes etapas de la historia...
La Patria también es proyecto; es futuro; exigencia de que los valores fundantes que conforman su tradición no agonicen en el inmovilismo del ayer, sino que se enriquezcan con los adelantos de los tiempos nuevos. También el hombre de hoy, con su personal libertad, tiene derecho a imprimir su voluntad en el decurso del país, aportando lo propio para su desarrollo. Así, la Patria siempre inacabada es una historia forjada lentamente con el tiempo, por todos los que son parte de ella...".
En realidad, todo lo nuevo que el presente y el futuro puedan aportar al desarrollo de nuestra Patria se encuentran en forma embrionaria en la tradición que recibimos de nuestros próceres. Es cuestión de abrir los cauces y orientar su curso.
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