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Suplemento Economía Domingo 21 de Julio de 2013

Un acuerdo clave para desarrollar Vaca Muerta

PANORAMA NACIONAL

José Calero

Por José Calero

El

gobierno lanzó su apuesta económica más fuerte del año con la

asociación de YPF con la estadounidense Chevron, y ahora espera

que más petroleras se sumen al desafío de buscar petróleo y gas no

convencional en el yacimiento de Vaca Muerta, que demandará unos

20.000 millones de dólares de inversiones en los próximos años. 

El convenio, que llevó meses de negociaciones a cargo del

titular de YPF, Miguel Galuccio, puede abrir la puerta a la

llegada de otras inversiones petroleras, en un mundo donde las

apuestas de riesgo escasean.

La tarea de Galuccio fue titánica por algunos momentos, y debió

ser socorrido en más de una oportunidad por Axel Kicillof,

viceministro de Economía y economista de confianza de la

presidenta Cristina Fernández. 

Así se logró la redacción del decreto 929/13, por el cual se

estableció un nuevo régimen para la promoción de inversiones

petroleras.

Galuccio negoció mano a mano con el CEO de Chevron

Corporation, John Watson, hasta acordar cómo sería el régimen.

Ahora, las empresas que inviertan más de 1.000 millones de

dólares en forma directa podrán exportar o vender en el mercado

local el 20% de su producción a precios internacionales a partir

del quinto año. 

A partir de ahí, Chevron aceptó desembolsar en un año 1.240

millones de dólares.

Cuando concluyó la negociación, Kicillof le llevó la novedad de

inmediato a Cristina.

Estaba exultante porque era la primera inversión de relieve

lograda en el sector petrolero. 

Galuccio y Kicillof están convencidos de que a partir de este

acuerdo se destrabarán otras inversiones, porque hay al menos

cuatro petroleras mirando el negocio potencial que puede

representar Vaca Muerta. 

La duda es si esas compañías se arriesgarán a poner sus dólares

ahora, o esperarán a ver qué resultados arroja la exploración no

convencional que se deberá realizar en Vaca Muerta.

Ese modelo exploratorio, que se aplica cada vez más en los

Estados Unidos, viene siendo criticado por organizaciones

ambientalistas, porque exige un sistema denominado "fractura

hidraúlica" o "fracking".

A través de ese sistema, se inyecta agua a alta presión a

profundidad con la intención de romper las rocas y lograr que

liberen el gas que tienen almacenado. 

El problema no es sólo la gran demanda de volúmenes de agua,

sino que eso va acompañando de químicos destinados a robustecer la

fractura, que ambientalistas y el pueblo mapuche de la zona

consideran puede contaminar las napas de agua.

Chevron aceptó el acuerdo con la condición de que no haya

trabas inesperadas para poder retirar utilidades llegado el

momento, ya que conocen de sobra las restricciones cambiarias que

imperan en la Argentina actual. 

Las ganancias se repartirán mitad y mitad, y a partir del

quinto año, el 20% de los dólares fruto de la exportación Chevron

se los podrá llevar a su casa matriz en Mountain View, California.

Desde la petrolera estatal argentina consideran que este

acuerdo es muy beneficioso para YPF, ya que le permite disponer de

un socio estratégico para continuar con el desarrollo de su

proyecto en Vaca Muerta, en Neuquén, como eje de su política para

promover el crecimiento de la producción local de hidrocarburos. 

Galuccio le prometió a la presidenta que si se continúa por

este camino la Argentina estará en condiciones de alcanzar el

autoabastecimiento energético, pero el plazo para lograrlo deja

más interrogantes que certezas. 

En la actualidad, el país ya está importando unos 1.000

millones de dólares anuales de combustibles, y cada vez a precios

más elevados y con un sistema de dudosa seguridad como son los

barcos regasificadores.

Para terminar de sellar el acuerdo también se debió acordar

cuáles serían los tribunales bajo los cuales se regirá.

Así, el contrato de Chevron con YPF está sujeto a la ley

francesa y también a la de Estados Unidos.

En caso de controversia, si hubiera un arbitraje, se hará en

suelo francés, pero si se llega a un juicio debería ventilarse

ante los tribunales norteamericanos. 

Lo que hace a la operación del campo petrolero queda sujeto

a la ley argentina, ya que el management y la mano de obra la

pondrá YPF.

Uno de los puntos que demandó más controversia fue el valor al

que se liquidarán los dólares de Chevron en el mercado argentino:

será el tipo de cambio oficial, finalmente se aclaró. 

Los norteamericanos saben que con ese tipo de cambio arrancan

perdiendo, porque el dólar blue se negocia a 8,60 pesos y el

oficial a 5,50, pero aceptaron porque confían en las ganancias que

dejará el proyecto Vaca Muerta, aunque especialistas

internacionales de la CNN Money ya adelantaron que la compañía

está cometiendo un "error". 

Ahora, se espera una rápida aprobación del convenio por parte

del gobierno de Neuquén, ya que las provincias tienen la potestad

sobre los yacimientos petroleros.

Si no hay sorpresas, en agosto estaría todo listo para arrancar

con el desafío energético más importante de las últimas décadas

para la Argentina.

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