Por Fernando Solari
La RSE (Responsabilidad Social Empresaria) tiene que ver con el
vínculo entre empresa y comunidad que no es más que la relación entre personas donde la emoción tiene un papel protagónico.
Siempre son personas las que están involucradas y las que
desean -o a quienes les conviene- vincularse entre sí.
Empresas multinacionales, PyMEs, instituciones de todo tipo no
son otra cosa más que grupos de personas que comparten intereses,
metas, objetivos, valores y que intentan funcionar en equipo a
sabiendas de que los resultados serán -desde todos los ángulos-
superiores a los que podrían aspirar en forma aislada.
Estas personas logran ser exitosas -como grupo- cuando
consiguen formar una red que las une y contiene.
Los componentes de esa red son básicamente dos; el primero es
el hilo con que se tejen, cuyo material predominante es la razón.
Argumentos, mandatos, ideas, definiciones… son el material de
los hilos con los cuales habrá quienes sean capaces de
transformarlos en red.
Todo grupo de personas, entre los que se incluye -por supuesto-
a las empresas e instituciones de todo tipo tiene una buena parte
que puede ser explicada con claridad, transmitida con certeza;
incluso plasmada en alguna suerte de manual para que sea
consultado las veces que haga falta hasta lograr su comprensión
plena.
No sólo es parte de su esencia el contar con "hilos de razón"
para que un grupo -de cualquier tipo- sea y funcione como tal sino
que es completamente necesario.
Necesario pero no suficiente. Si solo contamos con hilos vamos
a llegar, en el mejor de los casos, a tener algunas uniones pero
nunca una red. Podremos estar unidos gracias a los hilos de razón
pero de ninguna manera contenidos. Pueden funcionar como una
cortina, pero no como una red.
HILOS DE RAZON Y
NUDOS DE EMOCION
Para que esos hilos de razón se transformen en red requieren de
nudos que los unan y esos nudos solo los puede aportar la emoción
-el segundo de los componentes-.
Podemos estar convencidos de algo y demostrarlo con precisión
pero si no está rodeado de mística difícilmente logremos formar un
equipo detrás.
Podemos contar con la mejor idea pero si no la
alimentamos con pasión difícilmente salga de su estado abstracto.
Cuando los hilos de razón se unen con nudos de emoción es
cuando tenemos redes, cuando los grupos que conformamos cuentan
con un vínculo que los une y sostiene.
La emoción es decisiva pero debe ocupar su lugar. Cuando los
grupos que conforman una empresa de esas que integran la sigla de
la RSE (la "E" corresponde a Empresa) deciden vincularse con su
comunidad y lo hacen a través de la emoción se quedan con la parte
que los moviliza pero que les impide llegar a un sitio superador.
Aquí el caso suele invertirse y la emoción requiere de hilos
que le permitan llegar al siguiente punto de forma tal de ir
construyendo un camino superador, en especial para el grupo al que
se intenta ayudar.
Conmover ayudando no permite más que dar un golpe de efecto que
dura lo que dura la emoción que, cuando se disipa deja una extraña
sensación; la de haber pasado un buen momento para alguien que lo
que necesita es que lo ayuden a obtener un cambio.
Si no le brindamos caminos superadores, si no le explicamos la
forma de superar su estado de necesidad y lo ayudamos a superarlo
las emociones serán solo un punto sin conexión.
La ayuda sostenible -la que genera vínculo comunitario- ocurre
cuando el factor emocional surge como resultado del cambio
positivo.
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