Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Suplemento Economía Domingo 11 de Diciembre de 2016

Recesión, déficit fiscal, inflación fuera de control y endeudamiento

Los datos oficiales del INDEC son preocupantes: la economía acumuló hasta septiembre una caída del 2,4% y difícilmente pueda mejorar ese desempeño.

Redacción

Por Redacción

Por Guillermo

Malisani


Una economía en recesión, inflación sin freno, flojos

resultados fiscales con vertiginoso endeudamiento, brusca caída

del consumo y altos niveles de pobreza y desocupación, constituyen

los principales indicadores del primer año de gestión de Mauricio

Macri, que ahora apuesta todo al 2017. 

En un juego de ganadores y perdedores, el plan favoreció al

campo, al sistema financiero, la actividad minera, las empresas de

servicios públicos (que dejaron de perder por el tarifazo de luz y

gas) y el sector inmobiliario (que empezó a recuperarse tras la

eliminación del cepo).

En la otra vereda se ubicaron la producción industrial, con

fuertes derrumbes en el rubro de línea blanca, y la automotriz,

la construcción y los supermercados.

Casi al final del año, el sueño macrista de un segundo

semestre con mejores resultados quedó sepultado y no hubo brotes

verdes, por lo cual todas las esperanzas se trasladaron al 2017,

en el que espera una recuperación cercana al 3%, cifra que no

está en la mirada de las consultoras más optimistas.

Ni tan siquiera la promocionada "lluvia de dólares" le dio

oxígeno a la gestión macrista, pese a los esfuerzos por mostrar

un país "normalizado" y de la "Mini Davos" que congregó a

directivos de multinacionales.

Producto del repetido argumento de la "herencia recibida" y

los magros resultados de un año prácticamente perdido, el

desempleo llegó al 8,5% en el tercer trimestre, lo que significa

que 1.069.000 personas no tienen empleo y 1.274.000 son

subocupadas, ya que sólo viven de "changas" y ocupaciones

temporarias.

La cara más dramática de la Argentina es la pobreza: uno de

cada tres argentinos es pobre, según lo informó el INDEC después

de tres años sin datos y ubicó en el 6,3% el índice de

indigencia, gente que sólo tiene para comer.

Desde el inicio de su gestión, Macri tomó medidas económicas

clave que sellaron la posición ideológica de su equipo capitaneado

por Alfonso Prat-Gay y por Federico Sturzenegger en el Banco

Central.


Llegó a un acuerdo con los fondos buitres, finalizó con el

cepo cambiario, implementó una eliminación en las retenciones de

las mineras, mientras llevó a cabo una baja en el caso de

exportaciones de trigo, maíz, girasol, carne y productos de

economías regionales, aunque postergó las de la soja para el año

próximo.

Implementó un fuerte ajuste en las tarifas de luz y gas, con

aumentos del 500% y en otros casos por encima de esos valores,

que terminó en la Justicia, con cacerolazos incluidos, hecho que

terminó generando incertidumbre y más preocupación.

Impulsó un blanqueo de capitales, llamado Sinceramiento

Fiscal, que tuvo hasta ahora un buen resultado: ingresaron más de

21.800 millones de dólares, de los cuales unos 7.185 millones lo

fueron en efectivo, que permitió dar envión a la recaudación que

hasta noviembre venía con resultados inferiores al nivel

inflacionario.

Este blanqueo tuvo como contrapartida el ajuste en

jubilaciones y el pago de juicios, cuyo efecto fue dispar ya que

no alcanzó a todos los haberes.

En el combate contra la inflación, el Banco Central tomó una

medida audaz: elevó de 28 a 38% las tasas de las Lebac, que en

principio frenó la inflación, pero impactó en los créditos altos

e indirectamente planchó una recuperación económica.


Se eliminaron las Declaraciones Juradas de Anticipos de

Importación (DJAI), que se reemplazó por un Sistema Integral de

Monitoreo, lo cual terminó impactando en sectores sensibles de la

economía, principalmente las pymes.

Los datos oficiales del INDEC son preocupantes: la economía

acumuló hasta septiembre una caída del 2,4% y difícilmente pueda

mejorar ese desempeño, por lo que es posible que cierre en torno

al 3%, como lo ubican consultoras privadas.


La industria cayó en octubre un 8% y la construcción se

desplomó casi 20%, al retroceder hasta niveles registrados en

2007.

La inflación rondará el 40% para todo el 2016, un número

altísimo y si bien había iniciado un período de enfriamiento, en

las últimas semanas volvió a encender señales de alarma y plantea

una preocupación para el corto plazo.

La pérdida de poder adquisitivo ronda el 10% y el consumo

continúa en fuerte descenso, cercano al 7%, sin una expectativa

de recuperación en el corto plazo.

Otro dato de las estadísticas públicas se vincula con que el

déficit primario de octubre trepó a 62.958,7 millones de pesos,

con un incremento del 183% respecto a igual mes 2015.

En el caso del resultado financiero, tras el pago de los

intereses de la deuda pública, el rojo trepó a 77.500,5 millones

de pesos, con un incremento de 336%, datos que hasta el propio

jefe de Gabinete, Marcos Peña, reconoció que son "insostenibles".

Así, el déficit primario rondaría el 5% del PBI para este año,

pero treparía al 8% si se tienen en cuenta los pagos por

servicios de deuda.

Para cubrir este rojo fiscal, el Gobierno apeló a una jugada

siempre riesgosa: el país emitió deuda externa por unos 53.527

millones de dólares en los últimos doce meses, equivalente al

11,1% del Producto Bruto, según un estudio privado.


En datos oficiales, la balanza comercial acumula en el año un

superávit de 1.952 millones de dólares, aunque obedece en gran

medida a la suba de las exportaciones del sector primario y una

baja de las importaciones para el sector industrial.

La caída en las compras al exterior no fue en el sector de

bienes de consumo, sino en los de capital, lo que en definitiva

es un dato negativo porque anticipa una falta de expectativa de

recuperación en la actividad.

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso