Por REDACCION
En el último año Rafaela asistió a un fenómeno poco usual en el comercio minorista: la proliferación de tiendas que se instalaron principalmente en locales del microcentro, con un estilo muy similar y que están en manos de foráneos. El concepto del negocio es la comercialización de ropa y otros accesorios a bajos precios, más allá de que en algunos casos se pagan altos alquileres al contado y hasta un año en forma anticipada.
Se contabilizó la apertura de al menos siete comercios de este tipo desde el segundo semestre de 2012, y en pocos días abrirá otro en un local de avenida Santa Fe al 300, donde hasta hace poco tiempo funcionaba una sala de videojuegos y heladería.
Con la sospechas de que este formato comercial crece a gran velocidad sobre cierta informalidad, principalmente en lo que hace al origen de la mercadería, un grupo de dueños de negocios del rubro deslizó su preocupación ante este "boom" e incluso comenzaron a plantear su inquietud ante autoridades de diversos organismos.
La sospecha es ante un presunto esquema de competencia desleal, por lo que ya hubo contactos para que los organismos de control de los distintos niveles del Estado consideren esta situación. Sobrevuela la figura de falsificación de primeras marcas y hasta la participación de talleres clandestinos que permite producir ropa a costos bajos (que tiene a sus trabajadores no registrados como víctimas del sistema).
"Llama la atención que en tan poco tiempo hayan abierto tantos locales de este tipo. Esto no es inocuo. Hay maniobras extrañas, incluso con la descarga de la indumentaria en horarios atípicos", consideró un comerciante ante la irrupción de esta "red" de tiendas.
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