Por Redacción
Hace exactamente 10 años una medida económica daba el puntapié para la explosión de la crisis social y política más grande que Argentina vivió en los últimos tiempos. Una década atrás los medios informaban que “El corralito” estaba en marcha (claro que el nombre con el cual se lo popularizó todavía no existía).
Se llamó corralito a la restricción de la libre disposición de dinero en efectivo de plazos fijos, cuentas corrientes y cajas de ahorros. Solo se podía obtener $250 pesos por semana. Los objetivos eran evitar la fuga de depósitos y la especulación sobre una posible salida de la convertibilidad.
Con esto en mente, el gobierno de De la Rúa-Cavallo realizó una jugada desesperada para detener la amenaza de un crack bancario, imponiendo una retención forzada de los depósitos y la pretendida “bancarización” de todas las transacciones, a través del uso de la tarjeta de débito.
La medida fue tremendamente impopular y los “ahorristas” realizaron numerosas marchas, escraches, y protestas en las sedes de los bancos como forma de mostrar su enorme disgusto por la retención de sus ahorros. La tensión social crecía pero los manifestantes desconocían que el proceso duraría varios años más.
El corralito finalizó oficialmente el 2 de diciembre de 2002, cuando el Ministro de Economía Roberto Lavagna anunció la liberación de los depósitos retenidos por alrededor de 21.000 millones de pesos. Durante su gobierno, Eduardo Duhalde había asegurado que “quien depositó dólares, recibirá dólares” pese a que el desenlace fuera completamente distinto, ya que decretó la devaluación, ejecutada por su ministro Jorge Remes Lenicov quien tuvo que hacer el "trabajo sucio" para luego dejar el camino libre a su sucesor Roberto Lavagna.
Durante la gestión de Duhalde se produjo el “corralón”. Se estableció la “pesificación asimétrica” en la cual las deudas con el sistema financiero fueron pesificadas a razón de un peso por dólar, pero los depósitos en moneda extranjera fueron reconocidos por las entidades financieras a razón de $ 1,40 por cada dólar. La diferencia fue reconocida por el gobierno nacional con un bono que se le entregó a los bancos para compensar dicha “asimetría”.
Los medios y el “Corralito”
El tres de diciembre del 2001, diecisiete días antes de la renuncia de Fernando De la Rúa, los medios informaban esta inusual y polémica medida con un lenguaje dócil, para nada alarmista, y en todo momento utilizando los dichos del ministro de Economía, Domingo Cavallo, para justificar esta fallida salida a la crisis financiera imperante. Nadie habló de catástrofes, ni siquiera de crisis, nadie lo anunció pero lo peor, pasó.
“Efectivo: límite de $250 por semana” fue el titular de Clarín. Debajo de las enormes letras la fotografía de Cavallo con la frase textual “Esto destierra cualquier hipótesis de una devaluación”. De costado se pueden apreciar los títulos de varios análisis sobre la situación: ninguno anunciando el próximo malestar social. Las palabras usadas fueron: “claves” e “incógnitas”.
Por su parte La Nación sostenía “Rige desde mañana el nuevo plan; se podrán retirar hasta 250 $ por semana” y en la bajada “el gobierno aseguró que las restricciones regirán por 90 días, hasta que finalice la operación de canje internacional”. Aquí también abajo del anuncio de la medida se puede apreciar una entrevista a Cavallo. Los medios hegemónicos protegieron a De la Rúa hasta el último día posible, desinformaron de tal manera a la población que la misma población fue la que generó una nueva realidad.
Humildemente, desde este Suplemento Económico de LA OPINION, marcamos el hartazgo de la gente por escuchar una frase repetida hasta el cansancio por Domingo Cavallo: “nuestro plan es llegar al déficit cero”, cuando la realidad marcaba todo lo contrario, el país estaba fundido. Por lo tanto, la tapa de “El Económico” del último domingo previo a la huída de Fernando de la Rúa, tituló: “Déficit Cero…Gobierno Cero”, con los rostros petrificados de Cavallo y De la Rúa. Fue un acierto, algunos lo recordarán. Enseguida se empezaron a escuchar las cacerolas…
"Es imposible tener hoy un corralito"
El ex ministro de Economía durante el año 2002, Jorge Remes Lenicov, dijo que “el corralito implicó no retirar los depósitos por orden del ministro Domingo Cavallo”. Lenicov recordó, al cumplirse el décimo aniversario de la restricción a las cuentas bancarias, que “durante el 2001 se retiraron 16 millones de pesos dólares, un 25 por ciento del total de los depósitos, si la gente seguía sacando la plata, cerraban los bancos”.
En ese sentido, Lenicov destacó que la medida se implementó porque “la convertibilidad estaba agotada y la gente quería retirar los dólares que no había” , “nos encontramos que los dólares no estaban”.
Para el ex funcionario, “si no tomábamos las medidas, en febrero cobraban los primeros en llegar y se fundían los bancos”. “El corralito fue una medida errada como la bancarización porque había gente que no tenía tarjeta de débito, provocó un daño terrible. El modelo estaba agotado”, aseguró a INFOnews.
“Fue muy traumático, los ahorristas querían su dinero pero no se pudo cumplir por todo este proceso”, explicó Lenicov, para quien “había que defender el peso que era nuestra moneda nacional” porque “no se puede convertir todo en dólares”.
El ex ministro de Economía también analizó el panorama económico actual y consideró: “Es imposible tener hoy un corralito, hay reservas y depósitos. Nadie espera una devaluación”.
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