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Suplemento Economía Domingo 3 de Marzo de 2013

Para Cristina, la gestión K es la "década ganada"

La Presidenta nuevamente destacó los logros del kirchnerismo desde 2003 aunque no abordó los problemas sin solución, como los aumentos de precios, el dólar o las estadísticas oficiales.

Redacción

Por Redacción

Por Guillermo Malisani (*)


Cristina Kirchner hizo una ferviente defensa de la gestión

económica de los últimos diez años de Gobierno K, que calificó

como "la década ganada", y dedicó un tramo central de su discurso

ante la Asamblea Legislativa a la batalla con los fondos buitre,

pero, como contrapartida, evitó referirse a un tema sensible como

la inflación.


En casi cuatro horas de discurso en el Congreso, Cristina habló

de: reindustrialización; de la mejora en los indicadores sociales;

de nuevos créditos para la reforma de viviendas; de la política

salarial y jubilatoria; del plan energético; los subsidios y los

resultados de los planes de asistencia.


La jefa de Estado eligió hacer un balance económico y social

desde 2003, ya que en mayo se cumplirán diez años de gestión

kirchnerista, aunque evitó tocar un puñado de temas muy

controvertidos para su gestión: la suba de precios, las

estadísticas del INDEC o la disparada del dólar en el mercado

paralelo.

Fiel a su vehemente estilo, hizo un paréntesis para referirse a

una cuestión muy actual: la batalla legal que el país tiene

con los fondos buitre, que reclaman que se les pague en efectivo

-capital más intereses- y la totalidad de los bonos impagos que

tienen en sus carteras.


En simultáneo con su discurso, se conocía en Nueva York un

fallo que en el mercado financiero local y en el Ministerio de

Economía fue tomado como positivo: la Corte de Apelaciones de esa

ciudad le pidió al Gobierno argentino que presente una fórmula

alternativa de pago a los fondos buitre.


En el Palacio de Hacienda, la medida de la Corte americana fue

vista como un "aval" y un guiño para la reapertura del canje y así

puedan ingresar los fondos buitre, aunque seguramente intentarán

apelar una resolución así.

Sin dudas, la decisión judicial trajo alivio, ya que apenas

unas horas antes había cierto pesimismo sobre el fallo de la

Justicia norteamericana y hasta se llegó a evaluar seriamente el

riesgo de entrar en default.


En rigor, un fallo adverso habilitaría a los bonistas que

entraron al canje a exigir el pago de unos 50 mil millones de

dólares, más que el volumen total de las reservas que atesora el

Banco Central.

"Estamos dispuestos a pagarle a estos fondos buitre, pero no en

mejores condiciones al otro 93 por ciento, porque estaríamos

cometiendo un delito, estaríamos estafando y defraudando a los

acreedores que creyeron en la Argentina", proclamó la Presidenta

en el Congreso.

En el mercado financiero, las palabras fueron interpretadas con

un sólo sentido: el Gobierno enviaría al Congreso un proyecto para

reabrir el canje en los mismos términos que las reestructuraciones

de 2005 y 2010.

La resolución de la Cámara de Nueva York también repercutió

favorablemente en el mercado bursátil: subieron los bonos, las

acciones y los Adr´s de empresas locales que cotizan en Wall

Street.


Cristina no se quedó ahí y aprovechó la ocasión para renovar

sus críticas a los mercados financieros, los organismos

multilaterales y las naciones más poderosas del planeta.

Fue en ese momento cuando denunció que desde el exterior "nos

quieren volver a endeudar" y que la Argentina fue apuntada porque

"no hemos vuelto a hacer negocios financieros".

Hizo una particular referencia al presidente de Bolivia, Evo

Morales, al asegurar que: "Expropió hasta el pasto y consigue

dinero al 4 por ciento" y advirtió que el caso argentino es "un

´leading case´ político".

"Tienen que entenderlo, la Argentina, los 40 millones, hemos

hecho un esfuerzo descomunal sin acceder al crédito internacional.

Estamos pagando regularmente nuestras deudas", expresó.


Explicó que el viaje del vicepresidente Amado Boudou para

participar de la audiencia en la cámara de Nueva York tuvo como

significado, que "el mundo viera" la importancia que la Argentina

le da al tratamiento de la deuda.

Como una señal de alerta, la Presidenta dijo que si el país es

obligado a pagarle la deuda total a los fondos buitre, no sólo

haría tambalear la situación financiera de la Argentina sino que

tendría un fuerte impacto en futuras reestructuraciones de deuda

de otras naciones, entre las que enumeró algunas europeas.


Por ahora, en Economía ya trabajan en la elaboración de un bono

que tenga la misma quita que en los canjes de 2005 y 2010, aunque

con un plazo mayor.

La perspectiva es más favorable que hace 24 horas, cuando

empezó a sobrevolar la idea de un nuevo default y una apelación a

los máximos tribunales de los Estados Unidos.

El juego está abierto y las posibilidades para terminar de

reestructurar el default más grande de la historia siguen

latentes.


(*) Columnista Agencia Noticias Argentinas

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