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Suplemento Economía Domingo 24 de Febrero de 2019

Mauritania, los impuestos y la pobreza

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Guillermo Briggiler

Por Guillermo Briggiler

Tanto en Francia como en Mauritania, hablar de un estado grande es hablar de hablar de pobreza. Para los distraídos o graciosos les recordamos que Mauritania es un país de Africa que limita al sur con Senegal y al norte con Marruecos y poco tiene que ver con Argentina. Pero sin embargo la máxima expresada también se cumple. Veamos.

Un estado grande implica un gasto público acorde con el tamaño de este, la forma de financiar el mismo es a través de impuestos o emisión monetaria sin respaldo, la que llamamos impuesto inflacionario, pero nos referiremos a éste en otra ocasión. Un estado grande implica más impuestos, los impuestos son pagados por los ciudadanos por lo que estos se empobrecen al pagarlos. Más impuestos es igual a más pobreza, más estado es igual a más pobreza.

Si los impuestos son sobre el salario, como el impuesto a las ganancias que tenemos en el país, significan menores ingresos para los asalariados.Si las tasas se cobran a las empresas, estás las trasladan al precio y de esta manera encarecen los productos haciendo que estos salgan más caros que su valor real.

Seguramente algún lector dirá que luego el impuesto vuelve en servicios públicos, y a ése le contestamos que recuerde que tiene un mal servicio de seguridad, que las clases no empiezan por paros, que paga la cooperadora policial, la cooperadora del hospital y de la escuela y cuando puede, una alarma y una prepaga, entre otras cosas que se hace cargo, además de los impuestos.

Ampliando el análisis les diremos también que los impuestos reducen la rentabilidad de los negocios afectados por estos, al aparecer el gravamen, se reduce la inversión en dicho rubro y la correspondiente demanda de empleo que este genera.

Cuando hay nichos rentables en la economía, aparece la inversión en estos rubros generando riqueza y empleo. Si gravan este sector con un nuevo impuesto, esté absorberá parte o toda la rentabilidad, haciendo que la inversión se reduzca o desaparezca, junto con los puestos de trabajo creados. De aquí que cuando se agranda el Estado, suben los impuestos para financiarlo y cae la demanda laboral producto de los nuevos impuestos creados.

Ahora agregamos algo más, si cae la demanda laboral, cae también el salario real, es decir que al haber menos empleos y la misma población, hay mayor oferta para la misma demanda, por lo que bajará el precio pagado por la mano de obra, como pasa en cualquier mercado. Nuevamente más impuestos equivale a más pobreza.

La próxima vez que escuches a un político decir, que se haga cargo el Estado de determinada situación, sea cual fuera, recuerda que el que se hace cargo sos vos con tus impuestos y que estos impuestos son causantes de pobreza.

Para otro momento dejaremos el análisis de la inflación y como esta potencia los impuestos al consumo y a las ganancias cuando no se permiten ajustes que la neutralicen.

Hemos enfocado al análisis del impuesto solo desde una arista, la que entendemos que es la que prima en Argentina, el impuesto como solventador del gasto público. Existen muchos otros casos donde la instauración de impuestos poseen otro fin, que puede ser el de desalentar un consumo, o un mercado. Ejemplo, si se coloca un impuesto a los combustibles fósiles y se utiliza el producido de este para apoyar energías renovables no contaminantes. O si se grava el transporte por rutas para financiar puertos y ferrocarriles que serán luego más beneficiosos para toda la economía. Por lo que el impuesto es una útil herramienta, pero no como se utiliza en Francia, Argentina o Mauritania.


#BuenaSaludFinanciera

@ElcontadorB.

@GuilleBriggiler

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