Por Redacción
Imposibilidad de comprar dólares, creciente brecha entre el dólar oficial y el informal y gran incertidumbre caracterizan por estos días a nuestra economía. Desde que se profundizaron los controles al mercado de cambios –prohibiendo prácticamente la adquisición de la divisa extranjera- no sólo la brecha entre el billete oficial y el blue trepó al 25% sino que también, los depósitos en dólares del sistema financiero comenzaron a descender nuevamente. Veamos qué pasó con estos en los últimos meses.
Desde el 2010, los depósitos en dólares -variable que ha sido históricamente reflejo de la opción que eligen los argentinos como medio de ahorro- venían en franco ascenso. Sin embargo, este proceso se revirtió a fines de octubre del año pasado cuando, ante la necesidad de frenar la fuga de capitales, el gobierno decidió controlar la compra de la divisa norteamericana.
Particularmente, desde enero de 2010 hasta octubre del año pasado, estas colocaciones crecieron un 46%. Desde entonces, cuando entró en vigencia la regulación de la AFIP para comprar dólares, los mismos mostraron una drástica caída.
De hecho, en sólo tres meses (desde octubre a diciembre) los depósitos disminuyeron un 18,4% pasando de U$S 14.338 millones a 12.036 millones de dólares, socavando el crecimiento que venían experimentando y cayendo a los niveles de marzo de 2011.
Luego de la abrupta caída de fines del año pasado, los depósitos en esta moneda se estabilizaron en torno a los U$S 12.000 millones. Sin embargo, con las recientes restricciones, el proceso de salida comenzó nuevamente. De hecho, de acuerdo al BCRA, en la primera semana de mayo cayeron en torno a los 100 millones de dólares y, según banqueros, la contracción habría llegado a los 300 millones por estos días.
Así, de acuerdo a los últimos datos disponibles de la autoridad monetaria, esto es, al 11 de mayo de 2012, el sistema bancario argentino perdió el 19,4% de sus depósitos en dólares desde que se iniciaron las restricciones al acceso de dicha divisa en octubre pasado, lo que, en términos absolutos, equivale a 2.856 millones de dólares.
Esta reducción no sólo impacta en los préstamos a exportadores ofrecidos en esta moneda, sino también, en el nivel de reservas ya que se computan como parte de las mismas los encajes en dólares.
Los números anteriores muestran cómo los agentes económicos reaccionan rápidamente frente a medidas que dan desconfianza e incertidumbre. Extraen sus tenencias de las entidades financieras ante temores de confiscación y siguen demandando el bien restringido por el gobierno, elevando su cotización en el mercado informal.
Ninguno de estos elementos es contemplado por las autoridades de turno a la hora de implementar sus medidas económicas. Como se sabe, en economía se puede hacer cualquier cosa, menos evitar las consecuencias.
(Por el Instituto de Estudios Económicos de Fundación Libertad)
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