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Suplemento Economía Domingo 16 de Diciembre de 2012

LeanStarUp, una nueva filosofía de negocios

LO NUEVO EN GESTION DE EMPRESAS

Germán Ciceri

Por Germán Ciceri

En este artículo quiero presentarles una nueva filosofía de negocios: “LeanStartUp”. La misma tiene por objetivo crear y lanzar un producto básico lo antes posible, ponerlo a prueba con quienes serían los clientes potenciales y recoger su feedback para desarrollarlo y mejorarlo constantemente en función de las necesidades detectadas. Su instrumentación nos permite verificar la viabilidad de un producto o servicio en el mercado, reduciendo al máximo la inversión de salida y sus tasas de fracaso.

LeanStartUp nace en 2011 de la mano de Eric Ries, un joven emprendedor estadounidense (@ericries), el cual escribió el libro “The LeanStartup”. El mes pasado tuve la oportunidad de participar de sus primeros talleres en Latinoamérica, por lo cual, en esta ocasión quiero compartir con ustedes esta innovadora metodología. 

La premisa básica de Lean Startup es la de que una startup no es una empresa sino una organización temporal cuyo objetivo es encontrar un modelo de negocio escalable y rentable. En un contexto de incertidumbre, se realizan una serie de experimentos que sirven para aprender y determinar si la idea de negocio es factible. Las startup son organizaciones ultraligeras que reducen al máximo sus costos y el tiempo de salida de sus productos o servicios. 

Una empresa tradicional “ejecuta” su modelo de negocio, una startup “busca” acerca de su modelo de negocio. En esta búsqueda, se intenta lograr validar nuestra hipótesis o ideas preconcebidas sobre nuestro proyecto. Algunos ejemplos serían: las personas tienen X problema, la solución que propongo es la mejor, el cliente pagaría este dinero por esta solución, entre otros. Las hipótesis son afirmaciones sobre cómo esperamos que se comporte el futuro, pero que en la práctica no tenemos elementos suficientes para juzgar su adecuación a la realidad.

LeanStartup se basa en un enfoque obsesivo en el cliente y no en el producto, de manera que busca aprender de cada iteración de nuestro producto para poner a prueba nuestras hipótesis y poder saber hacia dónde avanzar.

Para validar nuestro aprendizaje es fundamental actuar con rapidez y no esperar a tener un producto perfectamente acabado, es decir, cuanto antes podamos testear nuestras hipótesis con clientes de verdad, rápidamente sabremos si estamos acertando o conviene rectificar.

De esta forma, nace el concepto de MVP (Producto Viable Mínimo), que no es más que trabajar con una versión de nuestro producto con características fundamentales y que funciona adecuadamente, con el objetivo de maximizar nuestro aprendizaje del negocio, producto y mercado. No se trata de sacar un producto a medias, sino de presentar al mercado un producto básico pero con funcionalidades estables. 

Unas de las cosas que más me atraen de esta filosofía, es que los productos nunca están acabados, siempre son mejorables y lo interesante es que podemos preguntar a los demás cómo hacer nuestro trabajo cada vez mejor, qué consideran es útil, y que no lo es. Por lo cual, es necesario escuchar y poner el foco continuamente en nuestros clientes.

Este enfoque se confronta con el funcionamiento clásico del ciclo de desarrollo de productos tradicional, en el que el orden correcto pasaba por todas las fases de creación del producto hasta concluir su desarrollo, testeo y finalmente lanzar el producto y esperar que hubiéramos acertado en nuestros planteamientos.

La nueva forma de trabajar reduce enormemente los gastos ya que desde el primer minuto estamos trabajando con clientes de verdad obteniendo un conocimiento del negocio que de otra forma sería imposible.

Para esto cambiamos el clásico ciclo de desarrollo por el novedoso ciclo de aprendizaje, que se basa en 3 fases:


• Construir: desarrollamos nuestro MVP centrado en las hipótesis que queremos comprobar.


• Medir: establecemos una serie de métricas con las que valorar nuestro experimento.


• Aprender: gracias a las métricas obtenemos información con la que aprenderemos nuevos detalles de nuestro negocio para seguir mejorando.


Este ciclo es iterativo, es decir, para cada hipótesis que queremos comprobar debemos crear un nuevo MVP, o una modificación, y lanzarlo para seguir aprendiendo. Se trata de una filosofía basada en la experimentación con ciclos de desarrollo muy cortos.


¿MANTENERSE O PIVOTAR

TU MODELO DE NEGOCIO?

Otro de los objetivos de la experimentación es saber cuándo mantenernos en la línea que llevamos o cuándo pivotar el modelo de negocio, cambiando alguna de sus premisas básicas. Esta información la podremos adquirir con el aprendizaje que obtenemos de nuestros MVPs, pero la decisión última siempre será nuestra.

Con un grado de incertidumbre tan grande como en el que se mueve cualquier startup, es imprescindible ser muy flexible para saber adaptar nuestro negocio a las realidades del mercado, de nada sirve perseverar en nuestra magnífica idea de negocio si no somos capaces de encontrar clientes que estén dispuestos a pagar. En cambio, a lo largo de nuestros experimentos es posible que hayamos encontrado otros segmentos de clientes, otras utilidades a nuestro producto, otras oportunidades que pueden reconducirnos hacia el éxito.

Es importante que los entrepreneurs incorporen la metodología LeanStartup en el camino de la “idea de un nuevo negocio”, para maximizar nuestras opciones de éxito y minimizar el desperdicio de recursos en el que caeríamos si lanzáramos un producto con métodos tradicionales.

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