Por REDACCION
La brecha entre pobres y ricos es
la principal amenaza a la economía mundial en la próxima década,
concluye un estudio del Foro Económico Mundial difundido el pasado jueves en Londres.
"La brecha persistente entre los ingresos de los ciudadanos más
ricos y los de los más pobres es el riesgo susceptible de provocar
daños más graves en el mundo en el curso de la próxima década",
afirma el WEF (por sus siglas en inglés), divulgado una semana antes de la
inauguración de su famoso Foro de Davos, a realizarse del 22 al 25 de
enero.
La desigualdad "despierta inquietud sobre la gran recesión y el
efecto reductor en las clases medias de las economías
desarrolladas, al tiempo que la globalización traía una
polarización de ingresos en las economías emergentes y en
desarrollo", pese a "los obvios progresos en países como Brasil",
explica el informe.
Según este documento, en el que han colaborado más de 700
expertos mundiales, los fenómenos meteorológicos extremos, el
desempleo, el cambio climático y los ciberataques son, por este
orden, otros riesgos capaces de "provocar un impacto sistémico a
escala mundial".
"Cada riesgo considerado en este Informe encierra el potencial
de provocar una falla a escala mundial; sin embargo, es su
interconectividad lo que hace que sus repercusiones negativas sean
tan pronunciadas ya que, en su conjunto, pueden ejercer un efecto
aumentado", dijo Jennifer Blanke, economista Jefe del Foro
Económico Mundial.
El documento hace igualmente referencia a dos desafíos de los
jóvenes que llegan a la mayoría de edad en la actual década, las
menores oportunidades de empleo y los costos crecientes de la
educación, y recuerda que más del 50% de los jóvenes de algunos
países desarrollados -como España- buscan trabajo y de que crece
el empleo informal en regiones en desarrollo donde vive más del
90% de la juventud del mundo.
Todos estos desafíos topan con un menor deseo de colaboración
entre países por "las recientes revelaciones sobre la vigilancia
de los gobiernos" hechas por el antiguo miembro de los servicios
de inteligencia estadounidenses Edward Snowden, refugiado en Rusia.
A medida que la brecha entre ricos y pobres se profundiza, según mediciones nacionales e internacionales, los analistas temen que la gente sea más propensa a tomar la calle para expresar su frustración con un sistema que solo da cabida a unos pocos privilegiados. Es probable que esta situación conduzca a una mayor inestabilidad social que puede poner en peligro la seguridad mundial, advierte el informe.
“El malestar que subyace en los deseos de cambio de un dirigente político tras otro es una manifestación de la preocupación de la gente por sus necesidades básicas”, señala el informe. Por lo general, son los jóvenes quienes están más dispuestos a expresarse, ya que consideran que “no tienen nada más que perder”, agrega haciendo una referencia a la distancia de los movimiento de indignados que sacudieron a Europa en los últimos años en reclamo de cambios en los cimientos mismos de la economía capitalista.
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