Por Evelin Olivero
Si tan solo tomáramos conciencia de la cantidad de gráfica visual que nos intenta persuadir, cuando caminamos por el centro, entramos a un supermercado o simplemente cuando hojeamos un diario nos daríamos cuenta, de repente, de todo el trabajo de preparación, idea, creatividad y realización que tiene cada uno de esos recursos gráficos a los que estamos expuestos como consumidores potenciales.
Es inevitable no tener contacto con alguno de estos soportes de la publicidad y el marketing. Giramos la cabeza y nos encontramos con cantidades de logos, marcas, banners, webs, folletos, carteles, señalética, catálogos, packaging de productos, entre muchos más generados para que los miremos y decidamos consumir. Evidentemente, las empresas siguen manteniendo y apostando a la persuasión visual como herramienta de llegada al consumidor final.
Para quien no está relacionado directamente con la “cocina” de estas piezas gráficas, es importante aclarar que todo a lo que estamos expuestos tiene un por qué: los colores, las formas, la distribución y el equilibrio de los diseños son todos pensados y analizados para llegar al mercado objetivo. Acá es donde entra en juego la participación de diseñadores, creativos y las áreas de marketing y comunicación de las empresas que, después de todo, son quienes toman las decisiones finales.
El diseño pasó a convertirse en un punto estratégico en las campañas de comunicación, seguramente las grandes empresas hace mucho tiempo que vienen desarrollándolo junto con otras herramientas. Pero existe una realidad, que es que muchas otras recién están tomando conciencia de lo que significa este área para sus proyectos de comunicación y, por lo tanto para sus resultados finales.
Es interesante la participación de las nuevas generaciones en este proceso. Es cierto que a medida que crecen, las empresas le dan prioridad a diferentes temas según el estadío en el que se encuentran, pero es indudable que la incorporación de gente joven, proactiva y capacitada en ramas de la comunicación fue haciendo que el diseño se valorice mucho más como herramienta de trabajo.
En diálogo con algunos diseñadores rafaelinos sobre este tema, opinaron en general que las empresas -tanto industriales, como comerciales y de servicio- de Rafaela, están en un proceso de cambio frente al diseño. Anteriormente, y hace sólo unos años, se podía pensar que el diseño era algo que se solucionaba de manera interna con alguna herramienta para procesar gráficos.
Hoy en día se ha tomado mayor conciencia de la importancia del conocimiento de un diseñador, tanto, que varias empresas ya poseen profesionales en este campo desarrollando funciones en departamentos internos. Este cambio se debe principalmente a varias razones, entre ellas el seguimiento a la competencia. Muchas empresas toman de referencia acciones novedosas desarrolladas por organizaciones del mismo rubro para desarrollar campañas similares o bien totalmente diferentes dependiendo del objetivo.
Otro punto es la importancia que han adquirido algunas PyMEs en el exterior, lo que hace que a nivel mundial tengan la necesidad de presentarse y comercializarse mediante una visual mejor planteada. Por último y quizás la más importante es que a partir de estas nuevas carreras como el diseño, en todos sus aspectos, las empresas lograron ver el panorama de una forma más clara, apuntando directamente a los resultados, es decir, comenzaron a advertir que la presencia mediante una gráfica cuidada, estudiada y por sobre todo proyectada es una muy buena inversión a la hora de comunicar.
En todo este proceso también es cierto que, al ser este un servicio intangible y por lo tanto de difícil medición, muchas veces su valor económico no se refleja cabalmente en la cantidad de trabajo que demandan ciertos proyectos. Y además la subjetividad que se manifiesta en el "me gusta" o "no me gusta" una publicidad, un logo o un packaging influye en la toma de las decisiones, esto es aprobar o rechazar una propuesta.
La Cámara de Diseñadores de Comunicación Visual de Rafaela tiene como objetivo profesionalizar y especificar las acciones a través del vínculo entre los diseñadores de la región. De esta manera las empresas cuentan con una base de datos de diseñadores capacitados para desarrollar soluciones a las demandas que surjan en el marco de sus estrategias.
Así, las compañías y, principalmente, los encargados de armar los planes de comunicación parecen estar cada vez más convencidos en trabajar conjuntamente con diseñadores y creativos para llegar al público objetivo al que apuntan de una manera directa y coherente. Es bueno el análisis previo para generar una idea y materializarla con la premisa de transmitir un mensaje claro, preciso, y sobre todo que logre persuadir al consumidor.
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