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Suplemento Economía Domingo 26 de Marzo de 2017

El país y sus problemas bajo la crítica mirada de Espert

José Luis Espert es un economista que siempre mantuvo su pensamiento sobre los problemas de la Argentina. Y lo viene repitiendo desde hace 25 años. En su opera prima, "La Argentina devorada", intenta sacudir a los lectores mostrando lo que nos aconteció y nos puede acontecer.

Agrandar imagen FOTO ARCHIVO ESPERT. "De quintos en el mundo pasamos al puesto 54".
FOTO ARCHIVO ESPERT. "De quintos en el mundo pasamos al puesto 54".
Redacción

Por Redacción

"La Argentina a principios del siglo XX llegó a estar en el quinto puesto del ranking mundial de ingreso per cápita. A mediados del siglo XX estaba número 10 y hoy está 53 o 54", ejemplifica el economista que tiene 90.000 seguidores en Twitter. Advierte sobre la continuidad de la decadencia y los errores, varios, que nota en la gestión Macri. A continuación el reportaje realizado por los periodistas Guillermo Olivera e Ignacio Olivera Doll.

-¿No piensa que la decadencia es de ideas? La emisión en exceso no genera inflación, los precios máximos son buenos...

-Coincido. Por eso voy a las causas de esta situación. Al sistema imperante, una sociedad educada claramente no le conviene. Tenemos un país decadente y peligrosamente decadente ya. Acá tenés un mecanismo de relojería que funciona perfecto y está aceitadísimo porque tiene ocho o nueve décadas. Es una colusión perfecta entre el empresario prebendario, el sindicalismo y la política. Tres corporaciones que funcionan en sincronía perfecta. Fijate la discusión que tenemos con la supuesta invasión de productos importados. Los sectores históricamente sensibles que piden protección, son los empresarios prebendarios. En paralelo saltan los sindicalistas diciendo: "Hagan algo porque están destruyendo el trabajo en el sector textil". Y por último están los políticos que piden medidas a favor de ese sector. El empresariado textil que se queja, o el juguetero o el que sea te dice que hoy tiene problemas para competir con lo importado, no cuenta que en los doce años de Cristina con la economía cerrada estuvieron vendiendo cuatro veces más caro de lo que costaba afuera.

-¿Por qué tiene tanto poder ese sector del empresariado si siempre necesitó del Estado?

-Hay una manera complementaria de hacer esa pregunta y es: ¿por qué el agro, el petróleo, el turismo, que son los beneficiarios de una economía abierta no imponen el discurso y se imponen los otros? Justamente, los otros han impuesto el discurso y el programa económico durante ochenta años; los tres juntos.

-Mucha esperanza generó Mauricio Macri cuando asumió respecto a estos cambios. ¿Qué errores le marca en política económica?

-El que haga kirchnerismo de buenos modales. Si sigue así, algún día la gente se va a cansar y va a decir: "En vez de votar a una imitación del peronismo, voto al peronismo", y no sé cuándo va a pasar. Esto no se sostiene en el tiempo; la gente va a decir: "voto al original".

-La justificación es que no tenían sustento político para hacer todo de golpe.

-Si ellos hubieran dicho realmente convencidos: "si los salarios se multiplicaron por 18 en 15 años y las tarifas se multiplicaron por 1,5, ¿por qué no vamos a multiplicar las tarifas por 12?" ¿En dónde está la política exitosa del kirchnerismo si la gente no puede pagar las tarifas de luz?

-¿La cuestión monetaria que se hizo y se está haciendo le parece suficiente?

-El error de Macri es pensar que a él le va a ir bien en cuestiones que ya se hicieron antes y salieron mal, como no ajustar el fisco, cambiar la financiación de inflación a deuda, algún control de precios, algún apriete. Lo que le critico a Macri es no cambiar en 180° el rumbo de Argentina hacia una economía de libre comercio y de un Estado pagable y sin déficit. Creo que hay una inconsistencia técnica importante, porque con este agujero fiscal, en el medio encima del ajuste de tarifas y habiendo devaluado el tipo de cambio, se han puesto metas muy ambiciosas para bajar la inflación. En parte, por eso a la economía le cuesta tanto arrancar. El apretón monetario es demasiado fuerte para esta política fiscal tan laxa, para el ajuste de tarifas y para el ajuste cambiario. Veo a la política monetaria funcionando dentro de un sistema inconsistente. En particular no estoy de acuerdo con los bancos centrales independientes para estos niveles de inflación y para estos niveles de déficit fiscal. Se habla de que el dólar flota libremente, pero en ¿dónde está la flotación si el BCRA no para de acumular reservas? También dicen: "le vamos a dar al Tesoro 160.000 millones nada más", pero después le compran 200.000 millones por reservas. 

-El management de Macri en la economía es único. Tiene un triunvirato y pequeños ministerios. ¿Qué opina?

-Me parece desastroso. ¿Qué tiene que ver saber hacer plata en una empresa con manejar la economía? Hay que poner intelectuales de la economía. Haber hecho trizas el Ministerio de Economía en este nivel es absurdo. Nunca estuvo tan chico. Así Aranguren definía tarifas por un lado y generaba problemas en otro. Vos fijate el lugar hoy de Dujovne; tiene el gasto público donde no tuvo nada que ver y el financiamiento lo decide el Ministerio de Finanzas. Volviendo al libro, creo que si Argentina no cambia en 180° va a terminar siendo un país miserable.

-Muchos adhieren a la postura estilo Churchill apuntando a que Mauricio Macri, apenas asumido, debería haber ofrecido "sangre, sudor y lágrimas"...

-Mientras la economía crezca algo y podemos llegar a empatar la caída del año pasado. Desde el 2012 prácticamente el PBI no varió, pero como la población creció, el PBI es menor que en el 2011.

-¿Cómo puede ser que se le sacaron 13 ceros a la moneda argentina, que hubo dos híper, y se siga con alta inflación?

-El país está enfermo. Tenemos que darnos cuenta. Ahora, lamentablemente debo decir que más allá de discutir lo razonable o no de las propuestas que están en el último capítulo, la pregunta es: ¿Cómo lo hacés? ¿Cuáles son los costos de hacerlo? Pero acá nadie se pregunta cuáles son los costos de no hacer el cambio, los tres millones de personas viviendo en villas, la marginalidad creciente, la drogadicción. ¿Cómo podemos discutir los costos de cambiar y no los de las cosas que estamos haciendo?


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