Por REDACCION
En momentos en los que el frío hace sentir todo su rigor, los comerciantes rafaelinos ya están preparando la liquidación de la ropa y el calzado de invierno. "Como siempre, dependerá de cada producto pero van a girar entre el 15 y hasta el 40 por ciento del precio de lista", dijo el dueño de una tienda tradicional que funciona sobre bulevar Santa Fe.
"Había como una regla no escrita que aconsejaba instrumentar las rebajas a partir de agosto. Pero en realidad esto depende también de los proveedores, principalmente con aquellos que trabajan con franquicias. Porque la fábrica te envía los precios para la liquidación y al mismo tiempo la lista de los productos para primavera-verano, por lo que para comprarle la ropa que se quiere traer para la próxima temporada hay que hacerse de dinero y ahí es donde funciona la liquidación", explicó el comerciante.
"Derrumbe de precios" es una de las leyendas que se destaca en la vidriera de un negocio del microcentro. Así, a pesar de que aún faltan dos meses para el inicio de la primavera las tiendas y las zapaterías comenzaron con las promociones por fin de temporada. "Hay que entender que el calendario comercial no coincide con el almanaque clásico. Nosotros empezamos a vender antes de que llegue una estación y renovamos la vidriera antes de que llegue la próxima. Por lo tanto, el período de liquidación llega en el medio de una estación, como esta del invierno", agregó el comerciante a modo de ejemplo.
"Yo no voy a perder plata porque el 20 de julio ya tenemos la ropa y accesorios de primavera verano. ¿Y qué hago con todo lo de invierno? Nos sacamos el stock y hacemos caja para salir a pagarle a los proveedores, no hay misterios. Las promociones seducen a los clientes. Te diría más: hay un público que no compra al inicio de la temporada y espera la llegada de las rebajas. Así compra un buen producto a menor precio sin importarle demasiado la cuestión de estar a la moda. Es un consumidor que está, lo vemos año a año y nos parece bárbaro", aseguró otro dueño de una tienda especializada en ropa infantil.
La magnitud de los descuentos depende, en cierta medida, del perfil de una tienda y de los márgenes de rentabilidad con los que trabaja. "Hay productos que no entran en promoción. Pero te digo que las ventas están flojas, no se está vendiendo en la medida de lo esperado. Y por tanto tenemos muchas esperanzas en remontar un poco con las rebajas. En julio estuvo el mes aguinaldo, pero la verdad que no se tradujo en mayores ventas. Ahora nos queda apostar a seducir al público con atractivas promociones", expresó un empleado con muchos años de experiencia que trabaja en una tienda de calle Güemes.
"Más allá de que en la vidriera se coloquen carteles o banners anunciando los descuentos, la forma de pago es una variable que define el porcentaje de la rebaja. Si la compra se cancela con dinero en efectivo o tarjeta de débito el beneficio puede ser mayor que si se abona con tarjeta de crédito. El comerciante y el consumidor tienen la última palabra en el momento de la verdad", concluyó el dueño de la tienda de ropa infantil para profundizar sobre la lógica que se impone en las liquidaciones de temporada.
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