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Suplemento Economía Domingo 27 de Mayo de 2012

Dólares, nervios y la situación económica

PUNTO DE VISTA

Horacio J. Garetto

Por Horacio J. Garetto

Las últimas medidas de restricción a la compra de dólares han hecho que, una vez más, en la historia nacional, un sector de la población, el país liberal diría, está irritado, nervioso, furioso, incomodo, con temores, algunos ven hecatombes, hay gente que piensa que el “modelo hace agua” (el dr. Jorge Enriquez, el dr. Avogadro, etc, etc). Hay gente que insulta al cielo. Hay gente que piensa que el gobierno es arbitrario. Cadenas de mails delirantes auguran catástrofes, etc. etc. Así estamos. Todos quieren saber “como sigue esto”.

Explicaré que no es así. Explicaré cual es el sentido de las medidas que se han tomado.

Pero primero que todo haré un reconocimiento: problemas desde luego que hay. Es evidente. Y más de uno. ¿Son importantes? Sí, claro. ¿Son dramáticos? Considero que no (otro día, con tiempo y espacio explicaré esto).

Para desdramatizar un poco vaya un pensamiento que me parece importante: siempre hay problemas señor lector. Siempre, siempre, siempre hay alguno. Cada etapa de la historia, cada período, cada año, cada mes, tienen su conflicto y su problema. Es la naturaleza de la vida.

Otro pensamiento que lamentablemente se le recuerda demasiado poco a la gente es que, en economía, es muy difícil solucionar problemas sin costos. Es muy difícil solucionar un problema sin generar, muchas veces, otro. En economía no hay magia. No hay milagros. Para lograr un objetivo es muy común tener que sacrificar algo que muchas veces también es importante. Suele ser muy difícil, en economía, lograr varios objetivos simultáneamente.

Sigamos. La locura argentina con el dólar es tan grande que pareciera que nadie se ocupa de recordarle y explicarle a la gente que Argentina no emite dólares. Nada más y nada menos que eso. La Argentina emite pesos. Solamente pesos.

Sigamos. Tener dólares no es un derecho. No está garantizado en la Constitución Nacional. La gente no tiene derecho a reclamar dólares como si se tratase del derecho a la vida. Y si bien ello es legal es legal conforme las leyes que reglamentan ese derecho lo cual puede variar según sean las circunstancias y necesidades históricas.

Otra: los dólares se generan, principalmente, con el duro, durísimo sudor de las exportaciones. De exportar más que lo que se importa. Otra forma, vidriosa, es tomando prestado pero si se hace esto después hay que devolverlos. Y con intereses. Sirve si se invierte muy bien. Otra forma de que entren dólares es si vienen inversiones. Pero esto también es vidrioso. Porque si esas inversiones no generan exportaciones o no sustituyen importaciones pueden ser contraproducentes porque el inversor luego quiere convertir sus ganancias en pesos en dólares y puede, como pasa ahora, no haber, no alcanzar. Eso pone una presión terrible. Hay que hacer un manejo muy cuidadoso.

Otra cosa que hay que saber y que tampoco nunca se conversa, nunca se explica y nunca se lo enuncia así: los dólares son de todos. Los dólares son de todos los argentinos. No hay ningún derecho a que una minoría se los apropie y con ese comportamiento poco patriota desestabilize todo el sistema. Porque como decía que esos dólares se generan con exportaciones esas exportaciones se generan con el trabajo y con los recursos y en toda la geografía de la patria. Y en cuánto a las máquinas con las que también se generaron las exportaciones también ellas se generaron con el trabajo de todos. Por lo tanto, si Ud. está enojado porque no lo dejan importar y demás incomodidades enójese con los fugadores de capitales.

Entonces, si los argentinos importan mucho, no exportan más, si seguimos dependiendo de los dólares del agro, si no tenemos y no generamos multinacionales que generen dólares afuera, si hay que pagar una factura feroz de gas y petróleo, si una parte sustancial de las empresas más grandes del país se extranjerizó en los últimos 35 años y quiere remitir afuera sus ganancias, si una parte de los argentinos son fugadores compulsivos de capitales (en las malas y también en las buenas, son incorregibles) el resultado puede ser/es que los dólares no alcanzan y que hay que administrar conforme prioridades.

Es lo que está haciendo el gobierno. Con mano férrea. Como debe ser. No se puede permitir la desestabilización del país. Los argentinos tienen que entender que los dólares son para pagar las importaciones, para pagar las deudas en dólares y para el que tiene que viajar. Pero no para ahorrar en dólares y sacarlo del país.

Ahora veamos que pasó el año pasado. Una experiencia reciente. Nefasta. Negrísima. En los primeros tres meses del año pasado los exportadores liquidaron casi 9 mil millones de dólares. De esa montaña de plata el Banco Central del gobierno del pueblo argentino no vio ni un solo miserable dólar porque se los secuestraron todos, de punta a punta. Lo desplumaron. Lo vaciaron. Una cosa insolente. El gobierno, este año, contempló eso y dijo: no nos la hacen más. Nos adelantaremos. Esta vez el gobierno, que tiene sus problemas, se los quiere quedar a todos los dólares el.

Y hace bien.

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