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Suplemento Economía Domingo 23 de Junio de 2013

Decididos a ser emprendedores

¿Quién no pensó alguna vez tener su propia empresa? Emprender es un desafío que no todos están dispuestos asumir. Además de la voluntad se requiere un proyecto. “Rafaela Emprende” fue concebido para capacitar a nuevos emprendedores y darles el envío inicial. En esta nota, Daiana Sterren, Marcelo Fortuna, y Agustín Porchietto cuentan por qué se inscribieron en este programa.

Pedro Ulman

Por Pedro Ulman

Primero una idea. Después un proyecto. Y una decisión para emprender. El recorrido requiere capacitarse para gestionar la idea, ponerla en marcha, crecer y consolidarse. En el medio de las expectativas, se pueden mezclar ilusiones y decepciones, pero se necesita persistencia. El camino del emprendedor no es fácil por lo que en Rafaela se creó, con la Municipalidad al frente pero con la colaboración de entidades intermedias, empresas y establecimientos educativos, un programa de asistencia integral.

“Estimular el espíritu emprendedor en Rafaela y la región, fomentando la creación de emprendimientos productivos” es la misión que definieron los impulsores hace cinco años. En las cuatro ediciones anteriores se brindó capacitación a 110 emprendedores y en esta quinta edición ya hay más de 30 que buscan adquirir herramientas para aprender a definir costos o a comercializar sus productos o servicios en forma profesional.

Diego Peiretti, uno de los profesionales de la Municipalidad de Rafaela que coordina las actividades del programa, destacó “el entusiasmo de los participantes” pero también “las posibilidades de cooperación que surgen con los distintos actores, como las universidades radicadas en la ciudad”. En este sentido, los estudiantes de carreras como diseño o marketing pueden “aprender juntos” a partir de proyectos de cátedra donde se definen acciones para colaborar con los emprendedores. 

Marcelo Fortuna tiene su joven empresa en el área de tecnología del PAER (I+D) en la que fabrica cargadores de batería. Si bien participó el año pasado del programa “Rafaela Emprende”, actualmente continúa para recibir “asesoramiento en cuestiones puntuales”.

En tanto, Daiana Sterren comenzó hace apenas un mes a elaborar viandas, y si bien su emprendimiento ya es formal admite que necesita “capacitarse en muchos temas para tener más posibilidades de fortalecer el proyecto”.

A diferencia de Fortuna y Sterren, quienes ya tienen en marcha sus ideas, Agustín Porchietto tiene en carpeta un innovador proyecto: fabricar en la ciudad accesorios para deportes alternativos y extremos, lo que no deja de llamar la atención considerando que en Rafaela no hay una tradición sobre estas disciplinas.


EMPRENDEDORES

Fortuna llegó a Rafaela cuando tenía 17 años desde Buenos Aires. Después de algunos años de trabajar como empleado comenzó a madurar una idea. “Tenía esa necesidad e inquietud de hacer algo más para progresar. Empezamos haciendo trabajos fuera de mi horario laboral. Hasta que nos pudimos independizar fabricando cargadores para baterías y electrificadores para el campo”, cuenta hoy en una entrevista con El Económico momentos antes de una clase sobre “costos”, en la sede de la Facultad Regional Rafaela de la UTN.

“Hace dos años que tenemos el emprendimiento en marcha instalado en el Parque de Actividades Económicas”, explica al tiempo que aclara que el plural obedece a que su esposa desde hace 20 años, Dora, forma parte de la sociedad.

-¿Por qué se inscribieron en Rafaela Emprende?

-Nos incorporamos porque nuestra filosofía es avanzar paso a paso, no dar un paso más grande del que podemos. Este año vamos a arrancar con empleados o el año que viene. Rafaela Emprende nos apoya para el que está empezando, nosotros estamos concentrados en la producción y en la colocación en el mercado de lo que hacemos, pero crecer implica manejar nuevas herramientas. Rafaela Emprende nos brinda esa capacitación que necesitamos para la gestión de un emprendimiento. Cuando uno es chico es costoso acceder a este tipo de servicios o consultorías. Por eso Rafaela Emprende es muy importante, porque nos facilita la asistencia sin costo.

Por su parte, Porchietto reconoce que “desde que me recibí, hace cinco años, de Ingeniero Aeronáutico en Córdoba pensaba en desarrollar una empresa”. Mientras trabajó en relación de dependencia “tenía la certeza de que en algún momento iba a apostar por un proyecto personal, por un emprendimiento. Esa experiencia laboral me permitió comenzar a evaluar qué me gusta y qué no en el manejo de las relaciones laborales, definir cómo sería mi propia empresa”, sostiene.

Con un viaje al exterior pudo “aprender y estar atento a otras realidades” al tiempo que tenía “cada vez más claro lo que quería hacer y ser, cuando volví me dediqué a realizar trabajos de consultoría en temas ligados a ingeniería, pero sin abandonar el proyecto”.

“Ahora este año le dedico más atención y tomé la decisión de avanzar con más fuerza. Apareció la oportunidad de Rafaela Emprende, una posibilidad para compartir con otros emprendedores, recibir la asistencia en diversos temas. No lo dudé, presenté el proyecto. Participar de esta capacitación además me obliga a enfocarme en el desarrollo del proyecto”, explica.

¿Y cuál es el objetivo? Fabricar artículos para deportes alternativos o extremos. “Ya tengo prototipos”, afirma con cierto entusiasmo sobre sus avances. “Me preguntan cuál sería el mercado en Rafaela. La idea es desarrollar productos con proyección nacional en principio y por qué no exportar más adelante. Hay un auge del skate y del snowboard, entre otros deportes. Es ahí donde apunto. En esta ciudad se inauguró el skatepark, lo que seguramente dará más impulso entre los jóvenes. Ese es el norte”, subraya Porchietto.

En cambio, Sterren ya tiene su emprendimiento en marcha, pero desde hace apenas un mes. Si bien comenzó a estudiar nutrición en Santa Fe, no siguió la carrera pero estaba decidida a trabajar en un proyecto propio.

“Empecé a elaborar viandas. Cada vez se cocina menos y en muchas empresas se instaló el horario de corrido, por lo que creo que hay posibilidades para crecer y consolidarse. El diferencial es elaborar viandas con productos caseros, nutritivos y saludables”, asegura sobre la receta del negocio propio. “El balance es positivo en este primer mes”, apunta.

Sterren admite que “no tenía idea de economía ni de costos, por lo que rescato la importancia de la capacitación que nos brindan en el marco de Rafaela Emprende, además en lo que hace al marketing, porque son herramientas que nos permiten ver qué necesita una empresa y desarrollar una alternativa a medida”.

Mientras la profesora de turno prepara la clase, tanto Fortuna como Porchietto y Sterren rescatan que “para los emprendedores es muy importante recibir una capacitación de este tipo pero además generar redes y compartir experiencias”. Con sus ilusiones, apuestan fuerte a pesar de que recién están en el comienzo.

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