Por REDACCION
Por Nicolás Tereschuk
Anna Gelpern, profesora de Derecho en la Universidad de
Georgetwn en Estados Unidos, se ha convertido en una de las
mayores expertas en el caso de la deuda pública argentina en Nueva
York e insistió en los últimos días en que el caso puede derivar
en "mucho mayor litigio" por las deudas soberanas en el futuro
alrededor del mundo.
"Al momento, tenemos un tremendo potencial para muchos más
litigios y por lo tanto, preocupación a nivel político", advirtió
Gelpern, una voz a la que vale la pena escuchar porque suele poner
sobre la mesa tanto aspectos técnicos legales como económicos e
institucionales.
En una entrevista que concedió al Peterson Institute for
International Economics, la letrada reconoció que existe
"preocupación" en el gobierno norteamericano y en el FMI en cuanto
a que "el próximo país que trate de reestructurar su deuda" no
enfrente sólo un problema de "falta de voluntad de pagar".
"Los acreedores que de otro modo podrían acordar un pago
reducido estarán preocupados de que esos pagos sean interceptados
por los holdouts", señaló.
Para Gelpern, lo que se especula es que ante una nueva
reestructuración de deuda, algunos acreedores podrían "esperar a
que se logre un acuerdo y luego hacer una demanda, tal como
hicieron los holdouts con Argentina" ante el juzgado de Thomas Griesa. "Antes, los acreedores se preguntaban ante una reestructuración
'¿debo aceptar 0,33 -por dólar adeudado- o 0,40?'. Pero ahora
podrían decir 'oh, podría acordar recibir 0,33 y luego no recibir
ni siquiera eso'", subrayó.
También recordó que en el caso de la Argentina "hay acreedores
norteamericanos de los dos lados" -tanto los holdouts como
sectores que ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010- por
lo que el gobierno de Barack Obama seguirá de cerca el tema aún si
no interviene con un planteo ante la Corte Suprema de ese país.
"Uno puede no estar fascinado con la forma en que la Argentina
manejó su crisis de deuda. Ciertamente, el gobierno
norteamericano, el Fondo Monetario y Francia están enojados con la
Argentina cada uno a su modo. De todas formas, existe todavía
preocupación sobre las consecuencias (del juicio) para otros
países", subrayó.
Por otra parte, Gelpern también reconoció que es "un argumento
interesante" pensar si los acreedores no deben ser también
penalizados por haber dado créditos a un país que no estaba en
condiciones de repago.
"Este es un argumento interesante que ahora se está repitiendo
también simultáneamente en otros casos de deudas soberanas y en el
de la quiebra de la ciudad de Detroit", señaló.
Sobre los fondos buitre, consideró que "están haciendo
exactamente lo que se supone que deberían hacer: llevan adelante
estrategias caras, poco ortodoxas, riesgosas y de muy alto
perfil".
De este tipo de análisis surge con claridad que el fallo
definitivo por el caso de la deuda en Nueva York a nivel de la
Cámara de Apelaciones de esa ciudad puede estar más cerca en el
tiempo pero que se trata de un juego que no terminará pronto.
De hecho, las apelaciones y chicanas jurídicas pueden
continuar, pero también las consecuencias no queridas para el
sector financiero y los países en problemas financieros.
Claro que los países con finanzas más sólidas y organismos como
el Fondo Monetario Internacional no pueden desentenderse del tema:
después de todo, de allí provienen los fondos para préstamos que
tienen interés en que sean saldados.
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