Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Suplemento Economía Domingo 11 de Septiembre de 2022

Argentina y su economía adolescente

En una economía sana, todo el excedente de pesos, más lo que se desea ahorrar, se deja depositado en un banco, convirtiéndose en materia prima de todo el motor productivo de un país. Pero en Argentina eso no pasa.

REDACCION

Por REDACCION

Estamos inmersos en una crisis económica donde los argentinos gastan dinero. No solo eso, sino que erogan todo el que pueden gastar. Se convive con una grave crisis económica, pero según los mismos indicadores que marcan problemas, el consumo se mantiene en niveles muy altos.
El ahorro es la base del crecimiento, de un país, de una empresa y de una familia. Porque es lo que permite tener objetivos a largo plazo, pero vemos que el mismo no solo está ausente del comportamiento de los actores locales, sino que también la tendencia es adelantar consumos, es decir tomar deuda. Estos préstamos son solo de corto plazo, por lo que se destinan a bienes cuyos montos se amortizan en períodos breves. El crédito a largo plazo está ausente dado que el fondeo de los bancos es de muy corto plazo, en promedio es de 45 días, por lo que no tendremos préstamos para compra de vivienda, los únicos que hay son por sorteo, o para capitalizarnos asegurando la jubilación.
Es lógico, ya que en Argentina no se fomenta la capacidad de ahorro. Y esta falta de ahorro, como el alto consumo de las personas, encuentra justificación en el contexto de altísima inflación, casi tres dígitos anuales, con la que los agentes económicos conviven. La inflación hace que lo que hoy se perciba caro, se vea barato en el futuro. Es más conveniente consumir y hacer stock de productos, que dejar el dinero depositado en un banco o debajo del colchón. Y por la misma razón, es casi imposible planificar a largo plazo.
En este contexto, la mejor posibilidad de hacer valer los pesos ganados con esfuerzo, en el trabajo o en la actividad de cada uno, es consumir todo lo posible sin guardar nada. Pero esto es muy perjudicial, tanto para los individuos, que no tendrán reservas para hacer frente a necesidades futuras, como la imposibilidad de trabajar o inconvenientes de salud, entre otros.
El hecho de no poder acceder a préstamos para vivienda es determinante para que cambien los parámetros de consumo. En el pasado se ahorraba entre el 30 y el 40% del ingreso del grupo familiar para el pago de cuotas de préstamos hipotecarios con destino a la compra de viviendas, hoy al no poder aspirarse a la misma, aún ahorrando esos porcentajes, se destina ese monto al consumo. Los mismos porcentajes expresados, son los que se destinan hoy al mercado de alquileres que se encuentra colapsado.
El consumo es la única opción que le queda a la mayoría de la población, ya que de lo contrario, la inflación derretirá los pesos ahorrados, como el sol de enero a unos cubitos de hielo. Luego en lugar de planificar un futuro, ahorrar en ladrillos y formar un hogar, se consume más y se vive con menos compromiso al incierto futuro. Al no poder comprar una vivienda, se aspira a comprar bienes de consumo durable, como electrodomésticos o vehículos y no durables, como zapatillas, ropa o servicios como esparcimiento y turismo, se va a cenar o al recital del cantante de turno que visita la Argentina y si es en cuotas mejor, la inflación ayudará a pagarlas en el futuro.
En una economía sana, todo el excedente de pesos, más lo que se desea ahorrar, se deja depositado en un banco, convirtiéndose en materia prima de todo el motor productivo de un país, el cual irá a esas entidades a buscar los fondos para sus emprendimientos, los que serán invertidos, generando nuevos productos y servicios, empleo y riqueza en el país. Pero si este ahorro falta, también faltará el crédito, la inversión y el crecimiento.
La otra opción que manejan quienes quieren ahorrar es hacerlo en una moneda que no pierda contra la inflación, es decir comprar dólares. Pero como no puede hacerse de manera legal ante tantas restricciones, por lo que una vez comprado el billete verde, este no queda depositado en un banco, y al estar fuera del sistema no genera intereses para el ahorrista y tampoco la posibilidad de crear riqueza vía créditos, es decir no puede canalizarse el ahorro de quien tiene excedente hacia quienes necesitan capital para hacer crecer sus empresas, con el consiguiente daño para la generación de riquezas de nuestro país.
Repetimos, con tasas de interés menores a la inflación para los depositantes, no se amplía la base de depósito que es la materia prima del crédito. Menos pesos depositados es igual a menos pesos prestados y sin préstamos no tenemos nuevas inversiones, no hay nuevas fábricas, ni nuevas unidades de negocios en las ya existentes y no crecerá el empleo, ni el gasto de los nuevos consumidores y con ello tampoco la recaudación impositiva.
Se ve entonces una situación microeconómica con consumo creciente en distintos rubros, turismo interno desbordado, balanza de turismo exterior deficitaria, argentinos entre los más compradores de entradas al mundial de fútbol del mundo, restaurantes llenos, mercado automotriz en crecimiento y al mismo tiempo variables macro que hacen saltar todas las alarmas sobre la situación económica actual y futura, como la falta de crecimiento del PBI en los últimos 11 años, una población creciente con la misma cantidad de empleos formales, falta de reservas en el BCRA, gasto público por encima de la recaudación, inflación de tres dígitos, entre otras.
Un país que se consume todo, vive al día y deja sin crédito a las generaciones futuras, es un país que vivirá como un eterno adolescente, solo disfrutando el presente y sin visión a largo plazo. Los activos financieros son herramientas que canalizan el ahorro hacia la inversión y es la manera de construir futuro. Pero si el ahorro desaparece, también lo hace el futuro de la Nación. De aquí también que muchos jóvenes perciban que no hay futuro en estos lares y emigren buscando un horizonte mejor fuera del país, con las lágrimas que eso traerá para todos, los que se van y los que se quedan.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

Seguí a Diario La Opinión de Rafaela en google newa

Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.

Te puede interesar

Teclas de acceso