Por Redacción
Días atrás el Foro Económico Mundial publicó el Indice de Desarrollo Financiero, el cual rankea a 62 países en función de la calidad de los sistemas financieros de los mismos. Dicho índice se compone de 7 variables a saber: Entorno Institucional, Ambiente de Negocios, Estabilidad Financiera, Servicios Financieros Bancarios, Servicios Financieros No Bancarios, Mercados Financieros, y Acceso al Financiamiento.
Concretamente, Argentina se encuentra en el puesto 55, habiendo retrocedido dos lugares en relación a la edición 2011 según apuntó el Instituto de Estudios Económicos (IEE) de la Fundación Libertad en su tradicional reporte "El Dato de la Semana". La lista es encabezada por Hong Kong, Estados Unidos, Gran Bretaña, Singapur y Australia. En cuanto a los países latinoamericanos, el que mejor posición tiene es Chile, ocupando el puesto 29, seguido de Brasil (32), Perú (41) y México (43). Cabe destacar que nuestro país sólo se encuentra delante de Ghana, Bangladesh, Paquistán, Ucrania, Tanzania, Nigeria y Venezuela, quienes ocupan las últimas posiciones.
Por otro lado, el informe destaca que la principal caída de Argentina se registró en los Servicios Financieros No Bancarios, explicada principalmente por una fuerte caída en la emisión de los bonos. A su vez, de las variables que conforma el índice, la que peor posiciona a la Argentina es la referida al Acceso al Financiamiento (ubicada en el puesto 60) como resultado de mercados no sofisticados, limitada disponibilidad de capital para emprendimientos y dificultad para acceder a préstamos. Luego, las peores posiciones la ostentan Mercados Financieros y Estabilidad Financiera, ambas en el puesto 59, seguida de Entorno Institucional (55) y Ambiente de Negocios (50). No obstante, la mejor puntuación a pesar de sufrir una caída respecto al a&n tilde;o pasado, fue para Servicio Financieros No Bancarios al posicionarse en el vigésimo noveno lugar.
En síntesis, Argentina continúa mostrando resultados negativos que se ven reflejados en índices internacionales como el presentado anteriormente. Claramente, el entorno institucional débil que padece nuestro país en la actualidad, donde las reglas de juego no son claras y cambian sin previo aviso, contribuyen a empeorar el ambiente de negocios, lo que sumado a un mercado financiero históricamente de que pequeña envergadura, alejan aún más a los potenciales inversores, agentes claves para que una economía se desarrolle.
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