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Sociales Lunes 29 de Abril de 2013

Una noche en Balderrama

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Amado Raspo

Por Amado Raspo

Con nuestros amigos de Puebla (México), con quienes nos visitamos frecuentemente; fue en ocasión de la visita de ellos, los dos matrimonios Alonso Gil, que partimos, además con otro matrimonio de esta, hacia el norte. La primera etapa fue Jujuy, la segunda Salta. Esta fue la razón de esta nota, porque una noche fuimos a cenar y oír folclore en Balderrama: "a orillitas del canal" como dice la zamba.

Como era de suponer, el local estaba lleno de amantes de la música de nuestro país. Comimos bien y bebimos mejor.

Como mis amigos de Puebla traían una bandera mexicana y nosotros llevábamos una argentina, se me ocurrió hablar con el conductor del programa, pidiéndole permiso para colocar las dos banderas en la pared del fondo del escenario. No hubo problemas y lógicamente anunció al público que asistían esa noche dos matrimonios de México, a quienes señaló. Al conductor del espectáculo le hice conocer además que uno de ellos era guitarrista y cantor, total que lo invitó de inmediato al escenario y allá fue mi amigo a interpretar canciones mexicanas; fue algo apoteósico, la alegría de nuestros amigos y la satisfacción del público. Cantó José Luis Alonso Gil muy bien y varias canciones y luego el espectáculo continuó con los "aros, aros"; para quien no conoce del tenor, son relaciones por lo general cómicas y exclusivamente de nuestras costumbres. Viene a continuación la parte cómica. En nuestro grupo mi compadre José Luis, me dice: ¿y Ud. Amadito, así me llaman a mí, no conoce ningún "aro aro"?. Me hallaba bastante alegre, por lo que no pude rechazar la propuesta y me puse de pie, y con alta voz dije; "Ayer pasé por tu casa y tu te estabas bañando, lo que te quise ver, te lo estabas enjabonando". Causó bastante sensación y risas entre el público, porque da lugar a distintas interpretaciones, pues puede ser el cabello, la cara, las orejas, etc.. De inmediato me pidieron ¡otra! ¡otra!, nuevamente de pie y en alta voz dije "Yo soy como el tigre viejo... ¿Quien quiera saber como sigue, debe verme cualquier mañana en el Bar "La Gloria" al que concurro con los "muchachos" habitualmente. Por supuesto en próximas notas irán más anécdotas con los mexicanos.

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