Ser amigo es mucho más...

Por Alicia Riberi

Cuando uno piensa en un amigo, piensa en un ser extraordinario, cargado de virtudes, que no puede olvidarse de algo, no puede equivocarse, no debe mentirnos jamás, es imposible que nos critique actitudes o conductas...a veces pienso que es como si pretendiéramos que una máquina diagrame un amigo perfecto y lo construya para uso exclusivo.

Cuando uno piensa en un amigo, muchas veces olvida dos cosas: una, preguntarnos si “nosotros somos buenos amigos para nuestros amigos” y si para ser amigo se requiere una condición especial”. Personalmente creo que no. Un día sin querer pasé delante del espejo, me volví y vi la imagen que me devolvía el espejo y es cuando me pregunté: -¿Soy lo que quería ser?, ¿Descubrí el valor que tiene cada cosa?, ¿Soy capaz de valorar lo que cada uno puede dar?, ¿Comprendí que no hay parámetros fijos para medir lo que son las personas?, ¿Reconozco que si te miran a los ojos, muchas veces no es garantía de que te estén diciendo la verdad?, ¿Y que a veces los que te huyen la mirada, no es por falsedad, sino por pudor? llegué a la conclusión que ¿en la vida no todo es blanco o negro? Cuántas preguntas más me podría hacer, pero lo que quiero en realidad es que despertemos del viejo letargo que nos aleja de la realidad y nos convierte en seres prepotentes, soberbios y capaces de juzgar al que está al frente como si fuéramos Dios.

Valoramos el esfuerzo que hace cada persona por ser mejor, por superar errores, por avanzar a paso firme por el camino de su existencia, por despojarse de marcas que la vida se encargó de grabarles sin pedirles permiso. Para muchas cosas reconocemos la importancia del contexto y para otras nos molesta...qué pasa, es que somos tan hipócritas que no nos atrevemos a mirar nuestra imagen genuina, por miedo a decepcionarnos de nosotros mismos y en consecuencia ¿no poder seguir juzgando a los demás?

Ser amigo es un camino a recorrer, como lo es, ser hijo, o padre, o madre, o hermano, o profesional... es un camino que exige esfuerzo, poner los valores como estandarte, saber frenar y arrancar sin inhibiciones, pues los errores son compañeros de ruta, son señales que debemos descifrar para poder avanzar...En el perdón está el secreto de la grandeza de cada ser humano, para reconocer que requerimos del otro como acompañante para no sentirnos solos y también porque siempre necesitamos reconocer a alguien más que comete nuestros mismos errores.

Ser amigo, no es rendir examen todos los días, es saber escuchar, hablar en el momento oportuno, callar, saber perdonar errores que no significan que mi amigo sea un mal amigo, sino sólo un amigo que se equivocó. ¿No nos gusta que los demás perdonen nuestra faltas? Seguro que sí.

Ser amigo, no es ser extraterrestre, ni especial, ni único, sino que es ser lo que soy en sintonía con otro que me acepta y me ayuda a ser mejor cada día, en compañía y no solo.

Ser amigo implica mucho más que ser amigo simplemente...implica mucho, mucho más...te invito a que lo descubras todos los días...ser amigo es una aventura desopilante y un desafío que Dios nos regaló entre tantas otras cosas.

Te dejo la estrofa de una canción: amigo, es más profundo, su alcance es infinito, comienza en este mundo, termina junto a Cristo.