Por REDACCIÓN
Por José Pepe Marquínez
Nace entre 1957 y 1970 como derivación de un vehículo hecho para la guerra y su antecedente lo constituía el Jeep, denominado Willys Station Wagon 4 cilindros.
La Estanciera traía el motor Continental 226, Tornado 181 y 230, todos de seis (6) cilindros en línea. La suspensión era independiente en las ruedas delanteras.
La fabricación estaba a cargo de Industrias Kaiser Argentina (IKA) y era una camioneta todo terreno.
El diseño del vehículo se regía por conceptos de la más estricta funcionalidad. Sólo el volante se destacaba en el tablero por tener algunos rasgos lujosos Era un coche utilitario que se adaptaba a cualquier terreno, de características austeras, y no hace falta considerarlo como un automóvil, ocupaba su correcto lugar como vehículo de trabajo. Contaba con tracción simple y doble.
La prolijidad de ensambles y tapizados era relativa. En cuanto a la pintura se notaban defectos de terminación en los bordes. Todas estas circunstancias estaban acordes con el precio de mercado.
El auto era de gran altura y el recorrido del asiento delantero era bastante limitado. Los asientos traseros estaban ubicados entre los tapa ruedas, eran duros y con respaldo muy vertical. Tenía una altura de 2 metros y 4,50 metros de largo.
El motor tenía cebador automático, volante amplio y aro de bocina. Los limpia parabrisas eran eléctricos y de una sola velocidad. Tenía cenicero y alojamiento para encendedor y la gaveta con llave. En el centro del tablero había un solo instrumento que combinaba velocímetro con cuenta kilómetros, medidor de nafta y temperatura. La luz de cabina no en encendía al abrir las puertas delanteras.
El arranque del vehículo era seguro, aunque más rápido en frío que en caliente. En realidad, la Estanciera hubiera necesitado el motor de cuatro (4) marchas.
En cuanto a la estabilidad era necesario tomar las precauciones de rigor. Cuando se transitaba por caminos sin sinuosidades su andar era cómodo y por el contrario era necesario ser cauteloso cuando el terreno no tenía esas características.
El vehículo salía de fábrica totalmente desprovisto de accesorios, pero IKA ponía a disposición del comprador distintas opciones: el espejo retrovisor externo, radios, calefacción, lavaparabrisas y servo freno.
La Estanciera fue un vehículo que tuvo importante comercialización en la Argentina en los años sesenta. Se construyeron 71.000 unidades y contaba con 3 versiones: la Rural, la Pick up Baqueano y el Furgón utilitario.