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Sociales Lunes 8 de Julio de 2019

Jesús danos la gracia de aprender a mirar

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REDACCION

Por REDACCION

(Por Miguel Pettinati). - La indiferencia generalizada de la gente por la gente ya es una institución que tiene su arraigo y, por ende, sus " derechos" . Una de sus prerrogativas es  precisamente, "no ver nunca nada que pueda comprender" (J.L.K.)

Algo así le pasó a un joven de apenas 25 años de edad, quien había alcanzado un título académico con excelente calificación, y sus padres lo habían premiado con un automóvil Ferrari de última generación.

En uno de su habituales paseos, sin tener en cuenta los límites de velocidad que rigen en las calles de la ciudad, de repente escuchó un fuerte golpe en el exterior del vehículo. Frenó bruscamente, bajo´y vio una pequeña marca que había hundido la chapa de una puerta de su flamante auto. Pocos metros detrás estaba la piedra, y, a mayor distancia, el niño que la había arrojado.

Corrió hacia el pequeño, lo tomó de los brazos y lo levantó  en vilo apoyándolo contra un árbol, mientras le gritaba "¿qué has hecho?¡mira que desastre!¡mira mi auto nuevo!"Estaba enfurecido y faltaba poco para que le saliera humo por las orejas, mientras seguía gritando e insultando tanto al niño como a su ausente madre. El pequeño, de unos ocho años de edad, lloraba angustiado ,"por favor, señor, discúlpeme, lo siente mucho. Yo tiré la piedra porque ningún vehículo se detenía", confesaba mientras mantenía sus ojos fijos en la otra vereda donde yacía otro niño mayor que él, sobre una vieja silla de ruedas que se había desvencijado.

Es mi hermano, le dijo, se salió una rueda de su silla y se cayó al suelo.¡Yo no puedo levantarlo!.

El joven ejecutivo soltó al pequeño y giró hacia donde se hallaba el otro caído e imposibilitado de moverse.

El niño, lloriqueando, le preguntó  señor ¿puede usted, por favor, ayudarme a poner la rueda en la silla de mi hermano y sentarlo en ella?. El está golpeado, y es muy pesado para mi. Soy chiquito.

Desconcertado , el joven tragó saliva, cruzó la calle, levantó al lisiado y lo sentó nuevamente en su silla, mientras acomodaba la rueda zafada de su lugar. Además tomó su propio pañuelo y le limpió las lastimaduras. Con profunda ternura,miró a  ambos y los acarició. Ahora ¿está bien?

El chiquillo le agradeció con una sonrisa, de esas que  no pueden describirse.

"Dios lo bendiga, señor. Y muchas gracias, y discúlpeme.

El joven siguió con su mirada al pequeño que empujaba con denuedo la pesada silla de ruedas con su hermano, hasta que entraron en una humilde casa.

La marca en aquel auto lujoso quedó allí como recuerdo continuo de que en la vida se deber ir mirando; y no nos encerremos en nuestro yo egocéntrico, para que nadie tenga que sorprendernos tirándonos una piedra.


Tiempo pascual ¡es Resurrección!

Querido lector: Jesucrito siempre nos habla al corazón, pero,si nos distraemos, veces, tiene que usar alguna piedra, para que le prestemos un poco de atención.

Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica, así por ejemplo, el buen samaritano , se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después  lo montó sobre el animal que traía , lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo.(Lucas 10.34).-

Tiempo pascual ¡es resurrección

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