Por REDACCION
(Por Mirta Lorenzini). - Su historia es la de tantos galgos -raza de penas, de maltratos, explotación y discriminación-, fue encontrado abandonado en un campo, su hocico destrozado por un fuerte golpe, como de un hachazo, y con una terrible infección que apenas le permitía respirar por la boca.
Fue rescatado y tras muchos meses de tratamiento pudo sobrevivir. Está plenamente recuperado, está castrado y lo que ahora necesita es el abrigo de una familia humana. Es tranquilo y muy cariñoso, y como todos los de su raza se caracteriza por la mansedumbre y el afecto que brinda.
Quien desee albergar a un fiel compañero puede llamar al teléfono 429067 que Homero está esperándolo.
Los comentarios de este artículo se encuentran deshabilitados.