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Sociales Domingo 2 de Septiembre de 2018

Gabriela Maset: nostalgia, evocación y afecto

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REDACCION

Por REDACCION

(Por Antonio Fassi).- Culminaba el ciclo lectivo 1990. Las Escuelas de Música "Remo Pignoni" y " 22 de Noviembre", como todo ente educativo, despidieron a alumnos y docentes¡hasta el año próximo !-

Quien desde sus comienzos ostentaba la titularidad en la materia técnica vocal, había anunciado su retiro, por razones de índole personal. Por consiguiente, la alternativa de ambas direcciones consistía en conseguir sucesor.

Quien escribe esta nota, viajaba con asiduidad a la ciudad de Santa Fe en transporte público, y en muchas ocasiones ( ¡oh designios del destino!) ocupaba asiento con una joven de trato muy agradable y ameno, que estudiaba canto en el Instituto Superior de Música  de nuestra capital provincial, residiendo ella en la ciudad de Esperanza.

De modo que, en conversaciones con ambos directores de nuestras dos escuelas musicales, Omar Corrado y Rubén Carlini, las situaciones fueron tomando un sesgo favorable en cuanto a convenir una posible contratación.

Y en 1991, Gabriela Maset, ( que así se llamaba aquella joven veinteañera) recaló en nuestra ciudad ocupando la docencia en ambas instituciones musicales.

Los años fueron pasando. Distintas instituciones culturales utilizaron sus técnicas vocales y sus enseñanzas musicales, pero ininterrumpidamente, ocupó la cátedra en la Escuela Pignoni durante 26 años.

Pero a cada comienzo le llega su final. Y no solo el designio de Gabriela fue el laboral, sino que pareciera ser que en el indescifrable y recóndito infinito, donde moran las almas que abandonan nuestro Planeta, necesitaban una soprano lírica  que alegrara las cósmicas horas del "más Allá".

Y fue Gabriela la elegida, la que el 22 de agosto emprendió el raudo vuelo hacia " la augusta noche donde el silencio impone su decoro", expresión de Mario Vecchioli, cumpliendo el inapelable designio celestial, aunque nos duela el alma.

De aquí en más, la  evocación y la nostalgia, muchas veces  nos traerán recuerdos de aquella alma noble y buena, de dulce sonrisa y expresión cadenciosa, aquerenciada a nuestra cultura musical local, con momentos tan gratos, como su actuación en una inolvidable Reina de la Noche de " La Flauta Mágica", y tantas y tantas horas abriendo gargantas, impostando sonidos y ejercitando diafragmas.

Gabriela, continúa en otra dimensión con tu destino de esposa, madre, cantora, que aquí en la Tierra, no nos asociaremos tan fácilmente con el poeta Antonio Machado cuando nos dice " caminante no hay camino, solo estelas en la mar".

El mara de la vida de quienes te conocimos, te quisimos y te amamos, continuará con la estela de tu recuerdo,¡por muchos años abierta!. Gracias Gabriela, gracias por tus enseñanzas, gracias por tus recuerdos, añoranzas y afectos. Y como nos decía el gran Mario en su poema "Serenamente", para volver y continuar la historia desde el siguiente tomo.¡Hasta la próxima leyenda!


 

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