Por REDACCION
BUENOS AIRES, 21 (NA). - El papa Francisco advirtió
que cada niño "injustamente condenado al aborto tiene el rostro
del Señor, que incluso antes de nacer y luego apenas nacido,
experimentó el rechazo del mundo".
El Papa se reunió con integrantes de la Federación
Internacional de las Asociaciones Médicas Católicas y los
ginecólogos católicos y les manifestó su rechazo a la cultura del
aborto y de la eutanasia: "no podemos eliminarlos", destacó al
referirse a los niños por nacer, los ancianos y los enfermos.
Retomando el tema de la "cultura del rechazo" o del "desecho",
dijo que "tiene un costo muy elevado, llama a la eliminación de
los seres humanos, sobre todo cuando son físicamente o socialmente
más débiles".
"Nuestra respuesta a esa mentalidad es un sí a la vida" ya que
"no existe vida humana más sagrada que otra", sostuvo el Papa.
"Ser médicos católicos les otorga una responsabilidad mayor
(...) las áreas de ginecología de los hospitales son lugares
privilegiados de testimonio y de evangelización. Queridos amigos
doctores que están a cargo de la vida humana en su fase inicial,
recuerden, tanto en hechos como en palabra, que esta es en todos
las fases, a cualquier edad, sagrada y de calidad", declaró el
sumo pontífice.
A los médicos recordó que "por un lado, el progreso de la
medicina, gracias a la labor de los científicos que, con pasión y
sin reservas, se dedican a la búsqueda de nuevas curas. Por otro,
sin embargo, nos encontramos con el peligro de que el médico
pierda su identidad como servidor de la vida", dijo Francisco,
según el Servicio Informativo del Vaticano.
En este sentido, recordó la encíclica "Caritas in Veritate"
para explicar un reflejo de esa paradoja es que "mientras se dan
nuevos derechos a la persona, a veces incluso presuntos, no
siempre se protege la vida como valor primario y derecho básico de
todos los hombres".
"El objetivo final del médico siempre es la defensa y la
promoción de la vida", advirtió.
Ante esta situación, el Papa reivindicó el llamamiento
que la Iglesia hace a las conciencias de todos los profesionales y
voluntarios de la sanidad, sobre todo a los ginecólogos.
"La vuestra es una singular vocación y misión, que necesita
estudio, conciencia y humanidad", les expresó.
De nuevo Francisco se refirió a la "cultura del descarte" que
pretende eliminar seres humanos, sobre todo a los más débiles
física o socialmente, analizó VISNews.
"Nuestra respuesta ante esta mentalidad es un 'sí' a la vida,
decidido y sin vacilar. El primer derecho de la persona humana es
su vida", precisó.
Francisco pidió a los presentes que fueran "testigos y
difusores de esta "cultura de la vida" y recordasen a todos, "con
los hechos y las palabras, que ésta es siempre, en todas las fases
y a cualquier edad, sagrada y siempre de cualidad. Y no por un
discurso de fe sino de razón y ciencia. No existe una vida humana
más valiosa que otra, igual que no existe una vida humana
cualitativamente más significativa que otra", señaló.
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