Emotiva despedida a Graciela Sereno

Por REDACCION

Hondo pesar causó la muerte de Graciela "Gachi" Sereno a la edad de 46 años, quien era virgen consagrada y directora general del Colegio San José de Rafaela, luego de soportar una enfermedad terminal. A decir verdad, era una persona sencilla, disponible, abierta, sonriente y muy creyente...
En su formación estudió el Profesorado de Enseñanza Especial en el ISPN°2 de Rafaela, su búsqueda de fe la llevó a realizar una experiencia de 6 años con las Misioneras Diocesanas de María Madre de San Isidro (Buenos Aires), continuó el discernimiento con el sacerdote Hugo Santiago (actual obispo de San Nicolás) como virgen consagrada e insertarse en la vida diocesana con un compromiso al Obispo, en una celebración realizada el 7 de octubre de 2002 que presidió Carlos Franzini, según contó Patricia Pia a LA OPINION. También estudió maestra de enseñanza religiosa en el IACS (Instituto Arquidiocesano De Ciencias Sagradas) de Santa Fe. Fue directora de pastoral del citado Colegio San José y actualmente representaba a la vida religiosa en el Consejo Diocesano de Pastoral que colabora con el Obispo.
Sus restos serán inhumados este martes 21 de agosto en la localidad de San Guillermo (de donde era oriunda), previa celebración de la misa a las 10 en la parroquia San Guillermo.
Por este motivo, en el mediodía de ayer se ofició una misa de cuerpo presente presidida por el obispo diocesano Luis Fernández y concelebrada por algunos sacerdotes. A continuación la homilía: "Ha llegado a la casa del Padre, donde estaba fija su mirada y puesto su corazón de virgen consagrada.
"Vivió el amor que aprendió en su familia en su querido San Guillermo, a donde siempre volvía, dando gracias a Dios por sus raíces, fundamento también de toda su vida de entrega y amor a Dios y a los hermanos.
"Mujer ejemplar, por eso sentimos su partida, alma de tantos emprendimientos, proyectos desde su juventud, sostén de tantas iniciativas, como una más, pero también dirigente que con sabia delicadeza llamaba y guiaba la participación, haciendo florecer tantos carismas, este último tiempo junto a su equipo como lo llamaba directora general del Colegio San José de Rafaela.
"Solo me detengo un instante en la consagración de su vida a Dios desde el bautismo, pero que quiso abrir a un llamado específico de Jesucristo a ser virgen consagrada, entregando su vida a Dios y a la humanidad, siendo desde los inicios en esta Diócesis, junto a otras mujeres "tiempos originantes" del paso del Espíritu, "tiempos nuevos de la Iglesia" que trajo el Concilio Vaticano II, y encontrando en Gachi una apertura del corazón hermosa y disponible.
"Gachi con su ejemplo de vida nos enseñó que el ´amor basta por sí solo´ y que su fruto consiste en su misma práctica: amo porque amo, amo por amar. Gran cosa es el amor, cuando se lo vive en serio y con alegría del evangelio. Dice San Bernardo que el amor es lo único con que podemos corresponder al amor de Dios, esto vivió Gachi y por eso sentiremos su ausencia.
"Jesús fue su esposo y por eso vivió a pleno el amor en fidelidad y entrega al servicio de los hermanos. Fue un amor total y exclusivo que la hacía siempre estar alegre, sencilla y dispuesta para los demás.
"En este amor vivió confiada, anhelo que vive en la presencia del esposo. Sonrisa que vive la seguridad de sentirse en una presencia del amado. Amando con todo su ser, puede hoy entrar para participar siempre en las bodas místicas, y no dudemos todos queridos hermanos que su cercanía con el amor de Dios, nos seguirá acompañando, fortaleciendo y como ella en el cielo, llenándonos de esperanza, rezando por nosotros.
"La Virgen y los santos la acompañan en las bodas del cordero inmaculado, y nosotros llamados a seguir caminando que grandes ejemplos tenemos en la vida para seguir sus huellas y tener como Gachi fija nuestra mirada en los bienes eternos. Amén Como Diócesis, damos Gracias a Dios por su vida y entrega generosa".