Por REDACCIÓN
Por Almudena Martínez-Bordiú
CIUDAD DEL VATICANO, 13 (ACI PRENSA).-Durante su último día en Singapur, el Papa Francisco mantuvo un emotivo encuentro con ancianos y enfermos en el Hogar Santa Teresa, fundado en 1935 por las Hermanitas de los Pobres.
Los inicios de esta congregación se remontan a 1839, cuando Juana Jugan sintió la vocación de cuidar a los ancianos, los pobres y los indigentes después de encontrarse con una anciana ciega que decidió llevarse a su propia casa.
Santa Juana nació en una familia humilde en Francia y desde joven mostró tener un gran espíritu de servicio. Actualmente, la congregación cuenta con 197 casas en el mundo.
Santa Juana Jugan fue beatificada en 1982 por el Papa San Juan Pablo II y canonizada por el Papa Benedicto XVI en 2009.
Desde hace casi 90 años, la dignidad de los ancianos se ensalza en este hogar, construido sobre los valores cristianos del amor y el cuidado a los demás, especialmente de los más vulnerables.
Cabe destacar que, desde finales de los años treinta, el hogar se trasladó de Derbyshire Road a Upper Thomson Road, en lo alto de una colina, rodeado de exuberante vegetación.
En 2003, Catholic Welfare Services (CWS) asumió la gestión del Hogar Santa Teresa con el apoyo de los Hermanos de la Misericordia y las Hermanas del Niño Jesús manteniendo el mismo objetivo: la curación de los enfermos.
En su encuentro con los ancianos, entre los que se encontraban algunos sacerdotes, el Papa Francisco les aseguró que son “muy importantes para Dios” y remarcó que “Dios perdona todo”.