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Sociales Viernes 1 de Marzo de 2019

El recuerdo de Antonio Quarracino

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REDACCION

Por REDACCION

Ayer, 28 de febrero, se cumplieron 21 años del fallecimiento del Cardenal Antonio Quarracino, uno de los pilares del dialogo interreligioso.

En 1997, Quarracino aceptó entusiastamente la idea de emplazar un Mural conmemorativo en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, en tributo a las víctimas de la Shoah y de los atentados perpetrados en la década de los 90 contra la Embajada de Israel y la AMIA en la capital argentina. Se trata de un símbolo único, sin precedentes ya que no existe otro monumento dedicado a los judíos en una iglesia católica.

La Fundación invita a la comunidad judía a visitar su tumba, adyacente al mural, y aquellos que quieran, pueden ir con la cabeza cubierta, como lo sugirió el propio Quarracino.

También informamos que el próximo domingo 3 de marzo, a las 11:30 de la mañana, se oficiara una misa en su memoria, en la antedicha Catedral, informó la Fundación Raoul wallenberg.

El Mural es una pieza de fina orfebrería en plata de 1,80 de largo por 1,20 de ancho. Compuesto por dos cristales entre los cuales se exhiben hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, así como del gueto de Varsovia. La obra del artista orfebre Carlos Pallarols recuerda también a los asesinados en los atentados a la embajada de Israel en Buenos Aires (1992) y a la AMIA (1994). El Mural fue inaugurado en abril de 1997 por el Premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, junto al Cardenal Primado Antonio Quarracino, a instancias de una idea de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg.

En abril de 1998 el Primado de la Argentina y Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, miembro fundador de la Fundación Raoul Wallenberg, ofició una misa en memoria del Cardenal Quarracino (1923-1998) junto al Mural. Así, el entonces Cardenal Bergoglio rindió tributo a los millones de asesinados por el nazismo junto a un memorial sin precedentes en la historia de las relaciones judeo-cristianas. Ver el video.

Es de hacer notar que en una carta póstuma el Cardenal Quarracino (ver carta) manifestó su deseo de que una vez dentro de la Catedral Metropolitana, “se invite a los judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza”.


¿Qué es el Mural?


El Mural Conmemorativo de las Víctimas del Holocausto, y de los asesinados en los atentados a la embajada de Israel y a la AMIA, constituye un ejemplo de convivencia en un mundo necesitado de gestos concretos de entendimiento y respeto por las diferencias.

El Mural, monumento artístico sin precedentes en la historia de las relaciones judeo-cristianas, fue inaugurado por el Cardenal Antonio Quarracino el 14 de abril de 1997 y se preservó gracias a la determinación del Cardenal Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco, uno de los primeros miembros de la Fundación Raoul Wallenberg. Su autor es el maestro orfebre Carlos Pallarols.

Sus dimensiones son de 1,80 de largo por 1,20 mts. de ancho. Está compuesto por dos paneles de vidrio entre los cuales se sitúan hojas de libros de rezo rescatadas de las ruinas de los campos de concentración de Treblinka y Auschwitz, así como del Gueto de Varsovia.

Emplazado primeramente en la capilla de Santa Teresa de Jesús fue trasladado a la capilla de la Virgen de Luján por expreso pedido póstumo de Quarracino. El 26 de diciembre de 1997 el purpurado le escribía a Baruj Tenembaum, creador de la Fundación Wallenberg: "Pronto se cumplirá el primer aniversario desde el descubrimiento de este digno Monumento ante el que he pedido se invite a los judíos que así lo deseen a cubrirse la cabeza."... "El lugar definitivo del Mural estará ligado al descanso que aguardo dentro de la Catedral para continuar pregonando la fraternidad como lo he hecho toda la vida".








 

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