Por REDACCIÓN
Por Eduardo Berdejo
CIUDAD DEL VATICANO, 11 (ACI PRENSA).-Hoy,11 de enero, en el Aula Pablo VI, el Papa Francisco celebró la primera audiencia jubilar de los sábados invitando a los fieles a pedir a Dios la virtud teologal de la esperanza, que es el tema central del Año Santo 2025.
“Con el Jubileo se comienza una nueva vida, una nueva etapa”, afirmó el Pontífice a los fieles llegados de diversas partes del mundo. “En estos sábados quisiera resaltar, de vez en vez, algún aspecto de la esperanza”, añadió.
De acuerdo a Vatican News, estos encuentros se desarrollarán “cada 15 días y se incorporarán a las Audiencias Generales de los miércoles”.
En su discurso, el Papa Francisco recordó que la esperanza es una virtud teologal y explicó que la palabra “virtud” deriva del latín virtus que quiere decir “fuerza”.
Es decir que “la esperanza es una fuerza que viene de Dios. La esperanza, por lo tanto, no es algo habitual o una característica —algo que se posee o no— sino una fuerza que hay que pedir. Por esto nos hacemos peregrinos: venimos a pedir un don, para volver a partir por el camino de la vida”, señaló.
Luego, se refirió a la fiesta del Bautismo del Señor que se celebrará el 12 de enero y que “nos hace pensar en aquel gran profeta de esperanza que fue Juan Bautista”, sobre quien Jesús “dice algo maravilloso: que es el más grande entre los nacidos de mujer”.
El Santo Padre destacó que mucha gente acudía donde Juan Bautista “con el deseo de un nuevo comenzar”. “Así como hoy nosotros atravesamos la Puerta Santa, así Juan proponía atravesar el rio Jordán, entrando en la Tierra Prometida como había acontecido con Josué la primera vez”.
“Volver a comenzar, recibir la tierra desde el inicio, como la primera vez. Pongamos esto en la cabeza y digamos todos juntos: volver a comenzar”, invitó el Papa Francisco a los fieles.
El Pontífice siguió reflexionando sobre Juan Bautista e indicó que “Jesús, inmediatamente después de aquel gran halago, agrega algo que nos hace pensar: ‘Les aseguro que no hay ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él’”.
“La esperanza, hermanos y hermanas, se encuentra toda en este salto de calidad. No depende de nosotros, sino del Reino de Dios. He aquí la sorpresa: acoger el Reino de Dios nos conduce a un nuevo orden de grandeza”, afirmó.
“¡Nuestro mundo, todos nosotros tenemos necesidad de esto! Y nosotros decimos: ¿qué cosa debemos hacer? [volver a comenzar]; no entiendo bien [volver a comenzar]. No se olviden de esto: volver a comenzar”.
El Pontífice explicó que cuando Jesús pronunció sus palabras sobre Juan Bautista, este se encontraba en la cárcel, “lleno de interrogativos”. “En nuestro peregrinar también nosotros llevamos tantas preguntas, y ¿saben por qué? porque son muchos los ‘Herodes’ que todavía contrastan el Reino de Dios”, indicó.
Sin embargo, recordó que “Jesús nos muestra el camino, el camino de las nuevas Bienaventuranzas, que son las leyes sorprendentes del Evangelio. Entonces preguntémonos: ¿llevo dentro de mí un sincero deseo de volver a comenzar? ¿Quiero aprender de Jesús quién es verdaderamente grande? El más pequeño, en el Reino de Dios, él es grande. Y nosotros debemos volver a comenzar”.
El Papa Francisco invitó a aprender “de Juan el Bautista a volver a creer”. “La esperanza para nuestra casa común – esta nuestra Tierra tan abusada y herida – y la esperanza para todos los seres humanos está en la diferencia de Dios. Su grandeza es diferente”.
“Y nosotros volvemos a comenzar desde esta originalidad de Dios, que ha resplandecido en Jesús y que ahora nos compromete a servir, a amar fraternalmente, a reconocernos pequeños. Y a ver a los más pequeños, a escucharlos y a ser su voz. ¡He aquí nuestro nuevo inicio, este es nuestro jubileo!”, culminó el Pontífice.