Por REDACCION
BUENOS AIRES, 19 (Télam). - El bailarín y coreógrafo británico Liam Scarlett, figura del Royal Ballet de Londres, que había sido suspendido en 2019 por denuncias de acoso sexual, murió de manera sorpresiva a los 35 años por causas que no fueron informadas.
"Con gran tristeza anunciamos la trágica y prematura muerte de nuestro amado Liam. En este momento difícil para la familia, pedimos respeto a nuestra privacidad para permitirnos llorar", escribió su familia en las redes sociales al anunciar su deceso, según consignan diarios españoles.
Scarlett había ingresado en 2006 al Royal Ballet, considerado el nuevo niño prodigio de la danza, según los especialistas.
Allí se desempeñó con éxito como bailarín hasta 2012 y luego continuó su labor como artista residente, en donde brilló como coreógrafo con su versión de 2018 de "El lago de los cisnes".
Sin embargo, la estrella de Scarlett se opacó cuando salieron a la luz varias denuncias de sus alumnos, quienes contaron que eran sometidos a "tocamientos" por parte del coreógrafo durante los ensayos.
También señalaron que a algunos de ellos les pidió que le mandaran fotos íntimas a través de las redes sociales y que a otros los sometía a bullying.
"Parecía disfrutar de que la gente le tuviese miedo. Él es la gallina que pone el huevo de oro. La gente compra las entradas por sus coreografías, lo que hace que todos estuviesen demasiado asustados como para contar nada", había contado uno de los denunciantes al diario Times.
Por estos motivos, en 2019, Scarlett fue suspendido por las autoridades de la institución, quienes iniciaron una investigación interna.
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