Chau señorita Coca

Me parece escuchar tu taconeo por los anchos pasillos del “Comercial” las tardes de otoño. Girabas por esos esquinas cargada con tus cosas; carpetas, libros, cuadernos y toda clase de papeles. Siempre apurabas tu paso, cortito; y tu ser, debajo del tapadito de paño beige y tus impecables blusas, se movía con agilidad y prisa para no entrar tarde al aula.

Quizás algún “Señores” !!!!! con voz firme llamando a aquellos mas inquietos y remolones para entrar al aula, seguido de una sonrisa en esos pequeños ojitos entrecerrados que nos miraban con ternura. (siempre me preguntaba si nos podías ver con esos ojitos tan pequeñitos y vaya si nos veías!!!)

Cuando nos mandábamos alguna macana, “hacías “ que nos retabas, y seguido a eso un guiño de ojos, y una mueca en tu boca nos decía que no había sido tan grave.

Cuánto nos enseñaste querida señorita COCA!!!, como cariñosamente todos te decíamos. Cuánto esfuerzo y amor ponías para hacernos comprender que estudiar era importante para nuestros futuros proyectos de vida.

Cuanto te debemos señorita COCA!!!! Y mira solo podemos darte un puñado de palabras sentidas, nuestro mejor recuerdo, y un gracias enorme porque vos nos dedicaste tu vida y gracias a vos y a tantos otros docentes como vos, nos hiciste mejores personas.

Cuanta falta hacen muchas señoritas COCA. Te queremos. Quizás debimos habértelo dicho antes, pero nunca es tarde. Estoy segura que todos los que fuimos alcanzados por tu presencia nos sentimos orgullosos de haberte tenido como “profe” y estamos seguramente en deuda con tu entrega.

Chau señorita COCA!!!

Tu alumna Rosario Cristiani